Los lugares más sorprendentes del oeste de Irlanda

Los lugares más sorprendentes del oeste de Irlanda

Conoce las principales atracciones turísticas de esta fascinante región irlandesa


La costa oeste de Irlanda es espectacular. Desde hace tiempo, el Anillo de Kerry y los acantilados de Moher atraen a muchos turistas. Ahora, una nueva carretera, la Wild Atlantic Way, una ruta costera de 2.500 kilómetros, permite a los turistas que también conozcan mejor las regiones remotas de la isla.

John Kissane, uno de los granjeros más importantes de Irlanda, silba fuerte y luego les grita a sus perros para dirigirlos en las colinas verdes: ?a la derecha” y ?a la izquierda?. Los border collies corren de un lado a otro y mueven a las ovejas por las praderas, por encima de muros de piedra y a través de los arroyos. Los silbidos, los gritos y el movimiento de los animales es todo un espectáculo para los turistas que visitan la granja de Kissane.

FOTOGALERÍA. EL ESPÍRITU IRLANDÉS

La granja de Kissane está situada en Black Valley, cerca de Wild Atlantic Way, la nueva ruta de largo recorrido en Irlanda. Tiene una extensión de 2.500 kilómetros y la carretera serpentea a lo largo de la costa oeste, desde la península de Inishowen (en el norte) hasta Kinsale (en el sur). Esta ruta es una de las más largas del mundo.

El granjero Kissane ha recibido a muchos turistas en los últimos años. Actualmente, su trabajo con los visitantes genera la mayor parte de sus ingresos económicos. ?Es imposible vivir hoy únicamente de las ovejas?, afirma John.

Kissane tiene suerte, porque cerca de su granja también está el Anillo de Kerry, otra conocida ruta turística. En verano hay tantos autobuses recorriendo este circuito que sólo pueden circular en sentido contrario a las agujas del reloj, para evitar que dos de ellos se crucen en las estrechas carreteras.

En otras regiones de la costa oeste todavía se ven muy pocos visitantes extranjeros. En el condado de Donegal muchas veces uno camina solo por las gigantescas dunas de arena en Malin Head. Cuando se produjo la partición de Irlanda en 1921, esta región, situada en el extremo noroeste de la isla, quedó separada del resto de la república, al menos en la mente de la mayoría de los turistas.

Sin embargo, el costoso marketing que se ha usado recientemente para promocionar Wild Atlantic Way también ha sacado del anonimato varias regiones aisladas de este país europeo.

En Donegal se encuentran tres de los 15 principales lugares de interés turístico de la ruta costera. El más espectacular se llama Sliabh Liag, en este sitio los acantilados se precipitan al Atlántico desde una altura de 600 metros. Quien no sufra de vértigo puede subir hasta lo más alto de los acantilados por el camino One Mans?s Pass, de sólo un metro y medio de ancho.

Los acantilados de Moher son otra de las grandes atracciones turísticas de este país. Su sendero está bien asegurado y tiene varios miradores y barcos para que los turistas puedan contemplar los acantilados que tienen una extensión de ocho kilómetros. En comparación con Sliabh Liag, estos acantilados son pequeños. Su punto más alto es Knockardakin, que está situado a 214 metros sobre el nivel del mar.

Sólo pocos turistas se sentirán animados para recorrer toda la ruta de Wild Atlantic Way. Sin embargo, cada una de sus partes la naturaleza es salvaje y bonita en cualquier época del año.


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