¡No hay peor traición que la de tu pelo en un día lluvioso! Sales de casa feliz con una melena decente, quizá hasta con un par de ondas lindas y dos horas después ya pareces un león enojado. Sí, la humedad y el frizz son una historia conocida por muchas, sobre todo si tienes el pelo ondulado, rizado o simplemente rebelde.
Pero no todo está perdido, porque a lo largo de los años (y de muchos peinados arruinados), he descubierto que ciertos accesorios pueden ser tus mejores aliados cuando llueve. Lo mejor es que no solo funcionan, sino que además elevan tu look. Aquí te dejo mis cinco favoritos.
1. Diademas anchas que sí sujetan y no maltratan
Esos días en que la raíz se infla y parece que el pelo quiere despegarse del cuero cabelludo, ahí es donde entra la diadema salvadora. Pero no cualquiera, sino las que tienen tela suave (como algodón o satén) y son anchas, sujetan sin apretar, mientras mantienen todo bajo control.
2. Scrunchies de seda (tu pelo los va a amar)
Cuando llueve, lo peor que puedes hacer es amarrarte el pelo con una liga apretada que te lo arranca después. Los scrunchies de seda son suaves, no rompen la fibra capilar y ayudan a que el frizz no se vuelva una nube. Yo los uso para hacerme una coleta alta desordenada que parece casual, pero en realidad es elegante.
3. Pañuelos para salvarte con estilo
Hay días en los que el frizz ya ganó, así que mejor hacer que parezca un statement. Los pañuelos son mi forma favorita de rendirme con dignidad. Amarrados tipo turbante o como banda, no solo cubren lo que no quieres mostrar, también levantan cualquier outfit triste de lluvia.
4. Gorros impermeables con onda
No, no estoy hablando del gorro de tu abuela, sino de esos gorros impermeables que de verdad son lindos tipo bucket, con textura de vinilo o incluso con diseño retro.
5. Mini planchas o cepillos térmicos portátiles
Seamos realistas, a veces nada funciona y necesitas un retoque rápido; es ahí cuando las mini planchas inalámbricas o los cepillos alisadores de viaje son los salvadores. Los amamos porque caben perfecto en la bolsa y sirven para domar los mechones que se levantan como antenas apenas sienten la humedad.
Lidiar con el frizz en días de lluvia es casi un arte, pero con los accesorios adecuados y un poco de humor, puedes salir ilesa (y hasta verte mejor de lo que pensabas). Porque sí, el clima puede estar en tu contra, pero tu estilo no tiene por qué sufrir.