Con los años, muchas mujeres se dan cuenta de algo muy simple; el color correcto puede cambiar por completo cómo se ve el rostro. No se trata de parecer otra persona ni de “quitar años”, sino de lograr que la mirada se vea más luminosa, descansada y con vida. Ahí es donde los tonos cobrizos de pelo juegan un papel clave a los 50 o 60.
Cobrizo claro natural
Este tono es ideal si buscas algo discreto y favorecedor, el cobrizo claro ilumina el rostro sin endurecerlo y ayuda a que los ojos se vean más despiertos. ¡No roba protagonismo, solo suma luz!
Cobre dorado suave
El cobrizo con reflejos dorados es uno de los más rejuvenecedores, la razón es simple; refleja la luz alrededor del rostro y suaviza visualmente las líneas de expresión. La mirada se ve más fresca y la piel más uniforme.
Cobrizo medio equilibrado
Este tono es un punto medio muy acertado. El cobrizo medio aporta presencia sin exagerar y enmarca la mirada de forma natural. No se ve artificial ni demasiado intenso, lo que lo hace ideal para esta etapa de la vida.
Cobrizo rosado discreto
Si buscas algo actual pero elegante, el cobrizo con matiz rosado es una excelente opción. Suaviza las facciones y aporta un efecto visual más descansado en la zona de los ojos.
Cobrizo profundo elegante
Para quienes prefieren tonos más intensos, el cobrizo profundo es una gran alternativa, a diferencia de los tonos muy oscuros, este no apaga la expresión del rostro, sino que la enmarca con calidez.
Más allá de la edad, lo que realmente hace la diferencia es elegir un tono que armonice con tu piel y tu estilo. Los tonos cobrizos de pelo, bien elegidos, pueden hacer que la mirada se vea más viva, luminosa, además de serena. ¡Eso, sin duda, siempre se nota!