Si buscas un manicure que no solo se vea elegante, sino que también haga que tus dedos se vean más largos y estilizados, hay una forma que nunca falla: las uñas almond. Este estilo, que recibe su nombre por su semejanza con la forma de una almendra, se ha convertido en uno de los favoritos tanto en pasarelas como en salones de belleza, y no es casualidad.
Además de su estética sofisticada y femenina, las uñas almond ofrecen un efecto visual que alarga los dedos, haciendo que las manos luzcan más estilizadas, delicadas y armónicas. Lo mejor es que no necesitas tener uñas largas naturalmente para lograrlo: con la forma correcta, incluso unas uñas cortas pueden beneficiarse de este truco óptico.
¿Qué son exactamente las uñas almond?
Las uñas almond o almendradas se caracterizan por tener los laterales ligeramente estrechados y la punta redondeada, en lugar de afilada o completamente cuadrada. Esta forma imita la silueta de una almendra, de ahí su nombre, y se encuentra en un punto medio entre la uña ovalada y la stiletto. El resultado es una figura suave, fluida y elongada, ideal para todo tipo de manos.
Según expertos en manicure, este tipo de forma guía la mirada hacia la punta de los dedos, lo que genera un efecto óptico de alargamiento. Es perfecta para quienes tienen dedos cortos o manos más anchas, ya que afina la silueta visual de toda la mano.
La forma de manicure que estiliza tus manos sin esfuerzo
A diferencia de las uñas cuadradas o redondeadas, que tienden a acortar visualmente los dedos, la forma almond crea una ilusión vertical. Además, es una de las formas más versátiles: se adapta a distintos largos y puede llevarse tanto en diseños simples como en decoraciones más elaboradas.
Otra ventaja es que funciona bien con casi cualquier color de esmalte, aunque los tonos nude, lechosos y rosados potencian aún más el efecto de alargamiento, ya que se funden visualmente con el tono de la piel.
Para obtener unas uñas almond en casa, lo ideal es limarlas desde los laterales hacia el centro con un movimiento curvo, evitando ángulos bruscos. La punta debe ser redondeada, pero ligeramente estrecha. Si tus uñas son muy cortas o frágiles, puedes optar por extensiones de gel o acrílico con esta forma y mantenerlas con rellenos cada dos o tres semanas.
Y si eres principiante, puedes empezar con una versión más suave de la forma almendra —también conocida como almond natural— que requiere menos mantenimiento y es más cómoda para el uso diario.
Las uñas almond no son solo una tendencia más: son un verdadero truco de estilo. Alargan los dedos, estilizan las manos y se ven increíblemente elegantes en cualquier ocasión. Si buscas una forma de uña que combine estética, practicidad y un efecto visual favorecedor, este es el diseño que necesitas probar.