Puede que te tomes el tiempo de invertir en buenos productos, sigas una rutina de skincare impecable y no salgas sin protector solar. Pero si al final del día cometes este error tan común al desmaquillarte, podrías estar tirando todo ese esfuerzo por la borda.
De acuerdo con el portal especializado Avance Cosmetic, en caso de los hábitos de cuidado facial, la mayoría de las personas no se desmaquillan correctamente, y eso puede afectar seriamente la salud de la piel: irritación, brotes, sequedad, envejecimiento prematuro y pérdida de luminosidad son solo algunas de las consecuencias. ¿El culpable? Frotar el rostro con demasiada fuerza o rapidez, especialmente en el área de los ojos y al usar toallitas o discos con fricción excesiva.
¿Por qué frotar demasiado tu cara es tan dañino para tu piel?
La piel del rostro —y en particular la del contorno de ojos— es una de las más delicadas y delgadas del cuerpo humano. Al frotarla agresivamente con algodón, toallas o incluso con las manos, puedes provocar microdesgarros invisibles en la barrera cutánea. Esto disminuye su capacidad para retener agua, la vuelve más reactiva y acelera el envejecimiento.
Además, frotar con fuerza no limpia mejor. Al contrario: lo más probable es que solo estés irritando tu piel sin eliminar completamente los residuos de maquillaje o protector solar.
Esto debes evitar cuando te quitas el maquillaje
De acuerdo con el portal especializado en Belleza Byrdie, que entrevistó a diversos dermatólogos y maquillistas estadounidenses, esto es lo que debes dejar se hacer cuando te desmaquillas:
- Usar toallitas desmaquillantes como único paso: muchas contienen alcohol o perfumes que resecan y no limpian a profundidad.
- No hacer doble limpieza: si solo usas agua micelar, puedes dejar residuos que obstruyen los poros.
- Omitir el cuello y la línea del cabello: zonas que también acumulan maquillaje y suciedad.
- No secar el rostro con suavidad: frotar la toalla también puede causar daño.
¿Cuál es la forma correcta de desmaquillarte?
- Empieza con un desmaquillante suave: puede ser bifásico, en aceite o bálsamo, que disuelva el maquillaje sin agredir.
- Masajea tu rostro suavemente con las yemas de los dedos: deja que el producto actúe al menos 30 segundos antes de retirarlo.
- Haz doble limpieza: después del desmaquillante, usa un limpiador facial adecuado para eliminar cualquier residuo.
- Seca tu rostro sin frotar: solo da pequeños toques con una toalla limpia.
- Aplica tu rutina hidratante de noche para recuperar la barrera cutánea.
Desmaquillarte es un paso crucial en tu rutina de belleza. Hacerlo mal —por prisa, costumbre o desconocimiento— puede causar más daño que el maquillaje mismo. Si corriges este simple pero frecuente error, tu piel no solo estará más limpia, sino también más equilibrada, luminosa y protegida a largo plazo.