Rutina de skincare para el verano: cómo proteger tu piel del sol, la resequedad y los cambios de clima
El verano es una de las estaciones con altas temperaturas, lo que provoca que la piel tenga una exposición solar constante. Estos cambios bruscos de clima pueden provocar resequedad, irritación, comezón y manchas. Por eso, es importante tener una rutina de skincare que no solo limpie e hidrate, sino que también prevenga daños a largo plazo.
1. Limpieza suave pero efectiva desde la ducha
El primer paso en cualquier rutina de cuidado es la limpieza, pero durante el verano conviene usar productos que no resequen ni alteren la barrera cutánea. Además, hay que tomar en cuenta que si tienes piel sensible puedes omitir exfoliarte la piel o hacerlo solo dos veces a la semana.
Vanidades recomienda: una excelente opción es el Dermolimpiador en Aceite de Dexeryl, ideal para piel seca o muy seca. Su fórmula anti-rascado ayuda a calmar la irritación y puede usarse en bebés, niños y adultos.
2. Hidratación profunda: la clave para una piel menos seca
Después de que te termines de bañar, es importante que sepas tu piel necesita hidratarse de inmediato para evitar que se deshidrate, se estire y se vuelva escamosa. Durante el verano, factores como el calor, el sudor, el cloro de las albercas (si es que sales de vacaciones) y los cambios bruscos de temperatura (como entrar de un lugar con aire acondicionado al exterior) pueden hacer que la piel se deshidrate más rápido.
Aplicar una crema o loción hidratante ayuda a reforzar la barrera cutánea, que es la capa protectora que mantiene la humedad dentro y evita la entrada de irritantes externos. Si tienes piel mixta o grasa, te recomendamos elegir cremas que tengan texturas ligeras y fórmulas más densas si tu piel es seca o sensible.
Tip V: si tienes hijos, aplícales crema hidratante justo después de la ducha mientras la piel aún está ligeramente húmeda, para que el producto se absorba mejor. Si van a salir de casa y se van a exponer al sol, espera al menos 10 minutos antes de exponerlos directamente, para que el producto se fije bien y no se evapore con el calor.
3. Cuida tu piel durante la noche (y duerme mejor)
Si tú o algún miembro de tu familia tiene piel con tendencia a desarrollar dermatitis atopica o muy seca, probablemente saben que la comezón empeora por la noche. La solución es simple, una crema emoliente. ¡Aquí te va nuestra recomendación!
La marca A-Derma lanzó Exomega Control Noche, una crema emoliente pensada especialmente para calmar la piel mientras duermes. Contiene ingredientes naturales como avena Rhealba y extracto de helicriso de Madagascar, ¿lo mejor de todo? está diseñada para bebés, niños y adultos.
4. Protege tu piel del sol y prevén manchas
Uno de los errores más comunes en verano es olvidarse del protector solar. Aunque el día esté nublado, los rayos UV siguen afectando tu piel, así que no saltes este paso. Un buen protector solar será tu mejor aliado para evitar el daño solar. Además, si también quieres prevenir o reducir manchas oscuras, existen productos que combinan protección solar con ingredientes que tratan la hiperpigmentación. Así cuidas e hidratas tu piel mientras la mantienes protegida.
Vanidades recomienda: la línea Anti-Pigment de Eucerin fue diseñada para reducir y prevenir la hiperpigmentación, gracias a su ingrediente estrella: Thiamidol. En combinación con protector solar, esta rutina no solo protege tu piel de los rayos UV, sino que también actúa desde las capas más profundas.
Una rutina ideal incluye:
- Gel limpiador (Eucerin Anti-pigment gel de limpieza)
- Dual Serum con Thiamidol® + ácido hialurónico (Eucerin Anti-pigment Dual Serum)
- Crema antiojeras (Eucerin Anti-pigment Crema antiojeras)
- Protector solar pigment control (Eucerin Protector solar pigment control)
Recuerda: la constancia es la base de una piel sana
Cuidar tu piel en verano no tiene que ser complicado. Con productos adecuados y una rutina sencilla, puedes mantenerla suave, hidratada y sin manchas. Además, todas estas opciones están avaladas por dermatólogos y son aptas para pieles sensibles, incluso en bebés. Si tienes condiciones especiales como dermatitis atópica, diabetes o manchas persistentes, lo mejor es consultar con un dermatólogo para adaptar tu rutina.