Bradley Cooper, sin límites

Bradley Cooper

Después de varios roles secundarios, el actor se convirtió en estrella y símbolo sexual

Jun. 07, 2011

Después de muchos años trabajando como actor secundario, tanto en comedias como en películas dramáticas y de acción, al fin le ha llegado la oportunidad a Bradley Cooper de entrar por la puerta grande en el cine, al ser el protagonista de Limitless. La calidad de su actuación lo convierte en un candidato seguro para ser uno de los actores líderes de su generación.

Bradley es Eddie Morra, un escritor que descubre una píldora que lo hace el hombre con el pensamiento más desarrollado del planeta. En la película comparte roles estelares con Abbie Cornish y Robert De Niro, con quien estableció una amistad que cree durará toda la vida.

¿Quién es Eddie Morra? ¿Por qué elegiste este personaje para tu primer rol protagónico?

Me encantó la idea de personificar a alguien que va de la A a la Z de forma tan vertiginosa. Me reuní con el director y no sabía cómo convencerlo de que yo era el actor indicado para interpretarlo. En ese momento no se llamaba Morra, era diferente. Y una vez que convencí al director (seis meses después), tuvimos que esperar a estar seguros de que la película se iba a filmar, lo cual tomó un tiempo más. Personalmente, Eddie me cayó bien. Era impresionante que pudiera conseguir un contrato para escribir un libro cuando apenas tenía 25 años. Cuando descubrió la píldora, inmediatamente empezó a pensar en cómo hacer un mundo mejor. Por eso me gustó.

Si tuvieras una píldora mágica en la vida real, ¿crees que seguirías siendo actor o te gustaría hacer algo más en tu vida? Quizás escribir?

Trataría de aprender todos los idiomas que sea posible y todos los instrumentos musicales. Sí me interesaría ganar dinero para gastarlo viajando. Así iría a todos los países, hablaría con toda la gente y participaría en la mayor cantidad de sesiones musicales. Me encantaría comunicarme con todo el mundo en sus diferentes lenguas y también a través de su música. Pero definitivamente seguiría siendo actor. Y quizás hasta lucharía por vencer el miedo de dirigir una película, porque eso es lo que más me gustaría hacer en la vida.

¿Qué tipo de historias son las que te llaman la atención como director?

Tan solo historias con las que estés completamente fascinado. Tiene que ser así, si quieres dirigir. Debes ser capaz de comunicar algo con ellas y mover los hilos que necesitas para llevarlas a cabo. Es una labor de amor.

Esta película descansó sobre tus hombros. ¿Sentiste esa presión?

Realmente no lo sentí así, porque no la dirigí. Sin embargo, sí tuve la gran oportunidad de ayudar, ya que todas las cuerdas se movían a mi alrededor. Estoy listo para la responsabilidad que implica ser el protagonista. Quiero hacer más películas como Limitless, porque estoy enamorado del proceso. No sé si tenga la oportunidad de nuevo de tener el rol principal, pero quiero seguir intentándolo.

Pareciera que Bradley se refugia en la gran cantidad de trabajo que le da su nuevo estrellato, para recuperarse de su fallido romance de dos años con Renée Zellweger. El rompimiento de la pareja ocurrió hace pocos meses, pero el actor declinó hacer cualquier comentario. Ambos vivían juntos en Manhattan, New York.

La relación entre ellos comenzó cuando Bradley dejó de salir con Jennifer Aniston y terminó perdidamente enamorado de Renée. “No puedo explicar con palabras lo que siento por ella. Me encanta ir a trabajar con Renée, pues es maravillosa. Aprendo muchísimo a su lado”, fueron sus palabras al referirse a la película Case 39, en la que actuaron juntos.

Bradley y Renée mantuvieron un tiempo el romance en secreto, ya que ambos compartían el mismo apartamento y ella era amiga de Gloria, la madre del actor. Dos años después, la relación entre ellos iba en serio, a tal punto que Renée dejó de asistir en el último momento a una fiesta de los Golden Globes de este año para estar cerca de la familia de Bradley, cuando su padre Charles Cooper, quien era corredor de bolsa para Merrill Lynch, murió después de una larga enfermedad.

Bradley nació en el seno de una familia acomodada en las afueras de Philadelphia, Pennsylvania. Educado para ser un hombre de carrera, el joven no tuvo su destino muy claro hasta que se graduó de inglés en Georgetown University y empezó a tomar clases en el Actor?s Studio.

La relación de Cooper con Renée duró más de los pocos meses que estuvo casado con la actriz Jennifer Esposito, en el invierno del 2006. Ambos actores nunca se han visto juntos ni se dirigen la palabra desde su divorcio en el 2007.

UNA CARRERA DIFICIL

No fueron fáciles los primeros pasos en el mundo de la actuación. No se le abrieron las puertas de improviso como les suceden a muchos otros en Hollywood. Bradley tuvo que subir los escaños uno por uno. Comenzó con un papel pequeño en la película Wet Hot American Summer. Después, tuvo uno secundario en la serie Alias, junto a Jennifer Garner. Luego experimentó dos fracasos en la televisión, uno con la serie cancelada Miss Match y otro cuando fue el protagonista de Kitchen Confidential. Sin embargo, estos fracasos lo impulsaron a crecer como artista. “Pensé en un momento dedicarme a cocinar, como lo hacía mi personaje en Kitchen Confidential. Pero me di cuenta de que lo que me gustaba era personificar al cocinero, no permanecer tiempo en la cocina”, comentó Bradley.

Luego de interpretar a uno de los amigos de Matthew McConaughey en la película Failure to Launch, Cooper tuvo una participación destacada en la película Wedding Crashers, donde su impecable figura de niño bueno y millonario contrastaba con su apariencia en la vida real: siempre con una barba incipiente, jeans rotos y cualquier camisa mal planchada.

Luego de hacer teatro con Julia Roberts y Paul Rudd, el actor tuvo una participación corta en la película He?s Just Not That Into You. Después, tuvo la suerte de elegir una comedia de tono subido que se convirtió en el mayor éxito del verano del 2009: The Hangover, película ganadora del Golden Globe como la Mejor Comedia.

Cuando comenzaste tu carrera, ¿hubieras tomado una de esas píldoras mágicas para llegar adonde estás ahora, de forma más rápida?

Sí. Definitivamente. Sin ninguna duda.

Lo primero que tu personaje hizo cuando tomó la píldora fue limpiar su ambiente. ¿Sientes que esto es importante para ti también? ¿Qué tan ordenado eres en tu vida real?

Oh, sí, me gusta mi ambiente, pues influye en mi estado emocional. A veces todo está desastroso, y otras veces, muy limpio. Depende de mi estado de ánimo.

The Hangover transformó tu perfil como actor, pues te convertiste en estrella, en un símbolo sexual. ¿Cómo cambió tu vida después de esa película?

De muchas formas. Los paparazzi empezaron a perseguirme y eso fue algo nuevo para mí. Lo más importante es que me dio la oportunidad de hacer una película como Limitless. No sé si el estudio me hubiera dado la posibilidad de protagonizarla si no hubiera sido por The Hangover. Esta fue tan exitosa, que acabamos de filmar The Hangover Part II.

Dicen que te has hecho muy buen amigo de Robert De Niro. ¿Puedes contarnos cómo es tu relación con ese gran actor?

Te puedo decir cómo nos conocimos. El estaba preparándose para su película Everybody?s Fine. Hice mi audición como actor para Limitless. El me llamó aparte, se sentó a mi lado y me dijo: “Vi tu audición y te veo en ese personaje. Te veo. Sí, te veo”, y eso fue todo lo que dijo. Al rato, me preguntó: “Espera, la que leyó las líneas contigo, ¿era tu mamá?”. “Sí", le dije yo. “Se nota”, concluyó. Luego me tocó a mí hacerle los honores, y fui a hablarle para que filmara Limitless conmigo. Robert me dio su celular y estuvimos hablando durante semanas. Un día, me dijo: “OK, voy a filmar contigo”.

¿Qué admiras de él como actor?

La primera película que me impresionó de Robert fue The Mission. Ese momento cuando sube a la montaña y se sienta a llorar... es increíble. Luego fue Awakenings, cuando él y Penélope Ann Miller bailan juntos... Son muchos sus filmes inolvidables.

Para terminar, ¿ha habido momentos en tu vida en que has sentido que no sabes qué hacer?

Sí, definitivamente. Como ser humano eso es inevitable. Pero ahora estoy muy bien.

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