La fortaleza de Windsor, hogar de la reina Isabel II, y uno de los edificios más emblemáticos de la Familia Real Británica, se compone de mil habitaciones. En ellas no sólo se esconde una fortuna ancestral, un sinfín de obras de arte pertenecientes a los ancestros del clan Windsor, o diversos misterios de la Familia Real Británica, sino también un nutrido grupo de fantasmas.
Ubicado a unos 40 kilómetros de Londres, este castillo ostenta el título de ser el más grande y antiguo del mundo. Guillermo el Conquistador lo inauguró en el siglo XI (de manera específica, en 1703). A partir de ese momento albergó a 39 reyes ingleses en sus más de 900 años de historia.
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Isabel I vaga en pena en sus pasillos
Tanta historia también se compone de apariciones fantasmales, reportadas por diversos testigos. Uno de ellos, la misma reina Isabel II, asegura que en diversas ocasiones se ha topado con el espectro de la reina Isabel I. El sitio favorito de este fantasma, o por lo menos donde más ocasiones se le ha visto, es en la biblioteca, donde se escuchan sus pasos andar sobre el suelo de madera.
Expertos en lo paranormal, como Steve Wesson, han visitado en varias ocasiones las instalaciones del castillo de Windsor para estudiar precisamente los sucesos fantasmagóricos. Wesson afirmó una ocasión que una entidad muy parecida a la de la reina Isabel I se dejó ver en los sótanos del lugar. Era “la viva imagen de la reina Isabel I”, afirmó.
El fantasma de Ana Bolena
Ana Bolena es uno de los personajes más famosos de la historia de Inglaterra. Fue la segunda esposa del rey Enrique VIII y madre de Isabel I. Pasó a la posteridad por verse envuelta en un escándalo: fue acusada por su marido de cometer adulterio e incesto con su propio hermano. Ello la llevó a ser decapitada en la Torre de Londres el 19 de mayo de 1536. Posteriormente fue enterrada en la iglesia de San Pedro Ad Vincula dentro de los muros de la torre.
Con el correr de los años, muchos testigos afirmaron haber visto a la reina llorando en una de las ventanas de la torre. Tanto los fantasmas de Ana como el de su hija Isabel son dos de los más famosos que habitan tras los impresionantes muros de Windsor.
Los reyes fantasmas
En la sala situada justo debajo de la biblioteca se puede ver al fantasma del excéntrico rey Jorge III, quien pasó recluido en este sitio al final de su reinado cuando estaba totalmente perturbado. Los testigos describen haber visto una figura “mirando con anhelo por la ventana”. Quizás el rey deseando recuperar su cordura.
Otro de los fantasmas del Palacio de Windsor del que se tiene registro es el rey Enrique VIII, quien cojeaba a causa de su enorme obesidad, y porque padecía gota, lo cual le dificultaba en exceso caminar. Además padecía úlceras en sus piernas. Su alma en pena se puede ver supuestamente en los claustros del decanato. Se le reconoce por su gran tamaño y por la lentitud con la que camina debido a sus problemas de salud.
El motivo de que tantos reyes se dejen ver en los pasillos y habitaciones es que sus cuerpos están sepultados en los terrenos del propio castillo.
Fantasmas ancestrales
Pero la presencia de entidades sobrenaturales se remonta a mucho antes de que el castillo se inaugurara. Siglos atrás, en una parte de sus terrenos hubo un monasterio. Quizás debido a ello se ha visto en varias ocasiones la presencia de un monje arrastrado cadenas en una de las terrazas del castillo de Windsor.
Otros castillos embrujados de la realeza
Sin embargo, no solo en Windsor se han reportado avistamientos de fantasmas. Otras propiedades como Buckingham, el Palacio de Kensington o el Castillo de Balmoral también tienes sus propias leyendas fantasmales.
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