Durante los últimos años, el príncipe Andrés ha estado en el centro de infinidad de controversias; sin embargo, en días recientes, estas han ido en aumento. Hace tan solo una semana sorprendió al mundo al anunciar su renuncia a los títulos reales, con el afán de proteger la imagen de la corona por todo lo que ha acontecido por su vinculación con Jeffrey Epstein.
Hoy, el escándalo parece no tener fin y su nombre vuelve a aparecer en los titulares, en esta ocasión por su residencia: Royal Lodge.
De acuerdo con los reportes de medios británicos, la imponente mansión de 30 habitaciones ubicada en Windsor Great Park, podría estar en riesgo, y es que el hijo de la fallecida reina Isabel II podría estar manteniendo conversaciones con su hermano, el rey Carlos, sobre la posibilidad de abandonar el lugar.
¿Por qué el príncipe Andrés dejará su hogar?
La residencia de Royal Lodge pertenece al Crown Estate, el portafolio inmobiliario de la monarquía británica. Hace unos días, informes revelaron el contrato de arrendamiento del príncipe, saliendo a la luz que en él había cláusulas importantes.
Según “The Times” y “The Telegraph”, Andrés habría pagado un millón de libras por la cesión inicial de la propiedad en 2003, y desde entonces solo ha realizado el pago de un “alquiler simbólico” anualmente. La filtración de este documento ha puesto en duda la transparencia de la familia real respecto a acuerdos financieros, volviéndola a poner bajo la lupa.
El rey Carlos III estaría ejerciendo presión
De acuerdo con informes de “The Telegraph”, el rey Carlos estaría presionando a su hermano para que entregue la propiedad. Se especula que el monarca considera utilizar la mansión como residencia para la reina Camila en caso de que ella lo sobreviva; sin embargo, el Palacio de Buckingham ya ha salido a desmentir tal versión.
Aunque hay medios que informan que todos los días ambos hermanos mantienen una comunicación abierta con la finalidad de encontrar una solución que “beneficie a ambas partes”.
El incierto futuro del príncipe
Pese a haber renunciado al uso de su título de duque de York y a sus funciones oficiales dentro de la familia real, Andrés sigue siendo una figura que provoca incomodidad en el Palacio. Los recientes correos electrónicos revelados, en los que el príncipe mantendría correspondencia con Epstein y las acusaciones de abuso, han avivado la polémica, reforzando la idea de que su permanencia en Royal Lodge podría ser insostenible.
Hasta el momento, no existe ningún anuncio oficial sobre su salida, pero todo apunta a que la residencia que alguna vez simbolizó su figura real podría convertirse en un capítulo cerrado en la vida del príncipe.
En medio de tensión, presiones públicas y una reputación dañada, el futuro del príncipe Andrés pende de un hilo. Lo único que sí parece claro es que el rey Carlos III busca proyectar una monarquía más transparente y la permanencia de su hermano en una residencia de lujo podría ir en contra de esa visión.