El lunes 3 de noviembre, el príncipe William ha llegado a Brasil para asistir a la gala de premios medioambientales Earthshot, de la que es fundador y presidente, y para la cumbre mundial United for Wildlife y la COP30.
La primera parada del viaje, que durará hasta el 6 de noviembre, ha sido Río de Janeiro, donde el esposo de Kate Middleton ha dejado una serie de imágenes memorables, como su partido de voleibol en la famosa playa de Copacabana.
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El príncipe William sorprende en Copacabana para un partido de voleibol
El príncipe de Gales, de 43 años, cogió un balón y se unió a algunos niños de comunidades desfavorecidas para jugar un partido de voleibol de playa.
Los jóvenes pertenecían al Instituto Levante, una escuela dirigida por la atleta olímpica brasileña Carolina Solberg, cuyo objetivo es transformar la vida de los niños a través del deporte.
El príncipe William jugó descalzo durante unos 10 minutos, pero no sin antes escuchar una súplica de sus oponentes: “Hola chicos, sean amables”, dijo, según los informes.
Solberg le contó a la revista People que el príncipe tenía “mucha energía” y cierto potencial para ser un formidable jugador de voleibol.
“Es alto. Tiene buen bateo, sí que lo tiene”, dice ella. “Creo que podría llegar a ser muy bueno si practicara más”.
Solberg también destacó su amabilidad con los jóvenes de su asociación: “Es una persona muy amable y mostró bondad con todos”.
La atleta olímpica estaba encantada de que él destacara su proyecto social escolar.
“Es increíble. Nunca me esperé algo así, recibir esta invitación para formar parte de esto fue una sorpresa enorme, así que es un gran honor y un placer, y también fue divertido verlo jugar en mi deporte, el voleibol de playa”, le dijo a People.
¿Cómo fue el primer día del príncipe William en Río de Janeiro?
El partido puso el broche de oro a un primer día deportivo en Río para William, que previamente había visitado el estadio Maracaná, donde él y la ex estrella de la selección brasileña, Cafú, se unieron a algunos jóvenes en la competición de penaltis.
También utilizó el estadio para reunir a jóvenes de todo Brasil que trabajan en sus comunidades para abordar los desafíos ambientales y de conservación con la ayuda del Terra Football Club, una campaña que reúne a clubes de fútbol, jugadores, escuelas, ONG y gobiernos para “hablar del planeta y hablar de la crisis climática”.