La Navidad siempre tiene un sabor especial, ¿no? Entre luces, villancicos y cenas familiares llenas de risas, también nos encanta ver cómo celebran otras familias… incluso las reales. Este año, la familia real británica se reunió en Buckingham Palace para su tradicional almuerzo navideño, un momento privado pero lleno de significado justo antes de las fiestas más importantes del año.
Un almuerzo real que marca el inicio de las fiestas
Cada diciembre, el rey Carlos III continúa con una tradición que comenzó en tiempos de la reina Isabel II: invitar a los miembros de la familia real a un almuerzo familiar en Buckingham Palace aproximadamente una semana antes de NavidaD.
Este encuentro no es un evento público ni está lleno de discursos oficiales, sino una reunión íntima que reúne a varias generaciones para compartir tiempo juntos antes de continuar con las celebraciones navideñas más privadas en Sandringham.
Los Wales (Guillermo y Kate) regresan a la fiesta
Una de las noticias que más llamó la atención este año fue el regreso de Kate Middleton y el príncipe Guillermo al almuerzo familiar, acompañados por sus tres hijos: el príncipe Jorge, la princesa Carlota y el príncipe Luis. Recordemos que el año pasado la pareja no asistió al almuerzo por compromisos en Norflok, así que su presencia esta vez fue celebrada por los medios y los fans de la familia real.
Las princesas Beatrice y Eugenie juntas
También estuvieron presentes las princesas Beatrice y Eugenie, quienes llegaron juntas al almuerzo y mostraron unidad familiar en una época que ha sido complicada para ellas personalmente.
Su asistencia puede verse como una señal positiva de fortaleza y cercanía dentro de la familia, especialmente considerando que su padre, el ex príncipe Andrés, no asistió a la comida este año.
Este almuerzo en Buckingham Palace no es solo una comida elegante, tiene raíces profundas en la costumbre real de reunirse antes de las fiestas para compartir y reconectar.
Aunque no se publican fotos del interior por tratarse de un evento familiar privado, las apariciones a la llegada y las sonrisas en las puertas del palacio nos recuerdan que, más allá de protocolos y títulos, para ellos también es una época de unión y cariño.