El pasado 23 de enero, la princesa Carolina de Mónaco, hija de la actriz Grace Kelly y el príncipe Raniero II, cumplió 67 años de vida y lo celebró con varios homenajes, entre ellos el orquestado por su hija menor Alexandra de Hannover, quien a sus 24 años de edad ha demostrado tener un fino sentido de la moda, a la altura del de su elegante madre.
El tributo rendido por quien se dice es la hija menos parecida a la princesa Carolina sucedió en el desfile de alta costura de Chanel primavera-verano 2024, lo cual engloba un gran simbolismo, si tomamos en cuenta la predilección de la princesa consorte de Hannover por la marca francesa fundada por la icónica Coco Chanel.
Se sabe, a partir de los atuendos de Carolina de Mónaco que el color negro y los tejidos tweed son sus favoritos, por lo que no sorprende que su hija menor se haya aventurado en replicar casi de manera exacta uno de los looks más estudiados de su madre para conmemorar las casi siete décadas de vida que se encontraba cumpliendo.
¿Cómo fue el look que utilizó Alexandra de Hannover para homenajear a su madre en su cumpleaños 67?
El elegante atuendo modelado por la joven Alexandra en las calles de París consistió en la combinación de un hermoso conjunto negro con aplicaciones de color blanco firmado por Chanel, el cual recupera toda la esencia de la marca.
El vestido, que posee cuello, botones y un par de costuras en las bolsas en blanco, fue combinado por Alexandra de Hannover con un par de medias negras y un bolso mini de Chanel con cadena dorada.
Además, el look se vio rematado con un par de zapatillas negras con talón descubierto, calzado que terminó por dar el último toque de sofisticación a la radiante imagen de la también duquesa de Brunswick y Luneburgo.
¿A qué colección pertenece el look Chanel que Alexandra de Hannover le copió a Carolina de Mónaco?
El conjunto lucido recientemente por Alexandra de Hannover no se trata de una nueva adquisición, sino de un robo que la joven cometió al armario de su madre, quien portó este conjunto por primera vez en 1990, también en la Ciudad de la Luz, en una edición pasada de La Semana de la Moda.
El diseño forma parte de las colecciones ‘otoño-invierno’ a cargo de Karl Lagerfeld, por lo que el sello único del diseño cautivó tanto a Carolina de Mónaco que optó por llevarlo más de una vez, una de ellas en 1993, cuando decidió quitar el sombrero que fue su complemento en un primer uso.
También cabe resaltar como diferencia que Carolina prefería el uso de este especial diseño con zapatillas blancas, mientras que su hija optó por una estética más sobria combinándolas con un par de calzado oscuro.