La verdadera princesa Charlotte de Gales que murió en el primer episodio de ‘Queen Charlotte: A Bridgerton Story’

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Si ya leíste sobre la verdadera enfermedad del rey George III en ‘Queen Charlotte’, entonces seguro querrás develar la verdad tras la muerte de la princesa Charlotte de Gales —ya sabes, aquella que cada vez que mencionan la reina dice sorrows, sorrows, prayers—. A pesar de terminar sus días en este plano a una edad muy joven, la nieta de los reyes Charlotte y George III tuvo una vida muy dinámica.

¿Quién fue la princesa Charlotte de Gales, en ‘Queen Charlotte: A Bridgerton Story’?

Nació bajo el nombre de Charlotte Augusta de Gales (7 de enero 1796), la única hija del desafortunado matrimonio conformado por George, príncipe de Gales (primer hijo de la reina Charlotte y posteriormente rey George IV del Reino Unido), y Caroline de Brunswick.

La historia de los papás de Charlotte es un drama por sí solo, pues son tío y sobrina que se casaron a pesar de no sentir ninguna atracción por el otro —se dice que él la encontraba ‘poco atractiva, sucia, y que no era virgen’, mientras Caroline también procuraba evitarlo—. Tenían una relación tan mala, que cuando nació la princesa Charlotte decidieron vivir separados.

El papá de Charlotte estaba molesto de que no haya sido varón, pero se dice que el rey George III estaba muy feliz porque prefería a las mujeres como monarcas. A final de cuentas, Charlotte era la única heredera legítima, pues sus tíos (los otros hijos de la reina Charlotte y George III) solo procreaban hijos bastardos, así que su llegada fue muy bien recibida y causó alegría en el reinado.

 miniatura de Charlotte (getty)
miniatura de Charlotte (getty)

La ‘rebelde’ princesa Charlotte, nieta de la ‘reina de Bridgerton’

El papá de Charlotte fue muy estricto en su educación y formación —tenía que cumplir con su rol específico como heredera—, y tenía prácticamente prohibido ver a su mamá (pero se veían a escondidas).

Ya siendo adolescente, la princesa de Gales creció con una personalidad acogedora pero enérgica; su dama de compañía, Lady Charlotte Bury, la describió como “una fina pieza de carne y hueso” que tenía una manera cándida y rara vez optaba por “guardar su compostura”, según en libro de Alison Plowden ‘Caroline and Charlotte’.

Cuando el rey George III cayó indispuesto por su condición mental, su hijo el príncipe George tomó posesión como príncipe regente y se volvió aún más estricto con la princesa Charlotte; la obligó a quedarse encerrada en Windsor con sus tías solteronas, y esto al corto plazo provocó que la princesa se enamorara primero de su primo George FitzClarence (hijo ilegítimo del príncipe William, duque de Clarence). Después posó su interés en el teniente Charles Hesse (presuntamente el hijo ilegítimo del príncipe Frederick, duque de York) —ambos tuvieron varios encuentros clandestinos, y la mamá de Charlotte estaba encantada con la noticia, al grado de permitirles estar a solas en una habitación.

Después de un exhaustivo intento por arreglar el matrimonio de Charlotte de Gales con el príncipe William de Orange (futuro rey de Holanda), la princesa terminó por casarse con Leopoldo de Sajonia-CoburgoI (futuro Leopoldo I de Bélgica).

Charlotte y Leopoldo se casaron el 2 de mayo de 1816 —curiosamente el vestido de novia está en exhibición en la Queen’s Gallery del palacio de Buckingham.

“Posee un corpiño de seda satinada con cintura alta, mangas cortas abullonadas y escote pronunciado. La enagua, la sobrefalda, la cola y el delantal con bordado metálico estaban de moda a principios del siglo XIX. Por lo general, Charlotte prefería vestir de forma más sencilla”, detalla la Royal Collection Trust sobre el vestido de novia de la princesa Charlotte.

Charlotte y Leopoldo en su boda (getty) 
Charlotte y Leopoldo en su boda (getty)

Pasó un año y Charlotte se embarazó, lo cual emocionó más a todos porque significaba que la línea de sucesión iba por muy buen camino. Pero la situación se tornó trágica cuando la princesa tuvo problemas para dar a luz; el bebé varón nació muerto y no pudieron revivirlo por más que intentaron. Charlotte se quedó en reposo, pero a media noche comenzó con vómito y fuertes dolores en el abdomen. Finalmente la declararon muerta a sus 21 años en 1817.

Y así, cada vez que recuerdes a la nieta de la reina Charlotte de Bridgerton puedes decir sorrows, sorrows, prayers.

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