A lo largo del tiempo, los grandes duques de Luxemburgo han sido considerados miembros de una de las casas reales más reservadas del mundo. Su imagen, en general, ha apostado por un papel simbólico y sin tanta atención mediática, sin embargo, los escándalos no les han sido indiferentes y en su tiempo reinando han existido situaciones que amenazan con desestabilizar a la monarquía.
Un matrimonio non grato
El origen de la duquesa María Teresa no es aristocrático y esto amenazó su futuro matrimonio con Enrique de Luxemburgo. Cuando su historia de amor comenzó, ambos estaban en la Universidad de Ginebra; ella había nacido en La Habana en 1956, siendo hija de una familia de clase burguesa y descendencia española, llegó a Suiza huyendo de la Revolución Cubana.
En 1981, María Teresa y Enrique unieron sus vidas en matrimonio, representando uno de los matrimonios más revolucionarios y modernos de la historia de las casas reales del mundo por el origen de la novia. Sin embargo, también fue un matrimonio que enfrentó varios retos como el de ser aprobado por los padres de Enrique.
De acuerdo con reportes de Le Soir, tanto el Gran Duque Juan y su esposa, la Gran Duquesa Josefina-Carlota estuvieron en contra de esta unión, llegó a destacar que la madre de Enrique llegó a maltratar a María Teresa apodándola “la cubanita” de forma despectiva.
Esto llevó a la esposa de Enrique a organizar una rueda de prensa en la cual denunciara los malos tratos que recibía de su suegra, sin embargo, esto provocó la desaprobación del pueblo por ser un matrimonio que rompió los protocolos reales y expuso temas de índole personal.
El reporte del informe Waringo
En el año 2020, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Betell, descubriría que el entorno laboral dentro de la casa real vivía una “cultura de miedo”. Luego de que solicitara un informe que detallara la gestión de La Casa Gran Ducal y se descubriera un despido de 30 trabajadores, quienes declararon que la Gran Duquesa María Teresa era la encargada de las contrataciones y despidos dentro de la residencia. Algunos ex empleados aseguraron que cuando María Teresa tomaba la decisión de despedir a alguien ni el mismo Enrique podía hacerla cambiar de opinión.
A pesar de que el duque Enrique defendió a su esposa lanzando un comunicado, sin embargo, el reporte Waringo ya había llegado a la prensa, dejando expuesta la situación. Desafortunadamente, para 2022, una discusión que María Teresa tuvo con un empleado mientras se llevaba a cabo la prueba de vestuario de la Boda de la princesa Alexandra solo reavivó lo que dos años atrás ya había salido a la luz: el Palacio Gran Ducal cuenta con un “ambiente laboral Hostil”.
Las vacaciones de Biarritz durante la pandemia
Durante la pandemia mundial que cobró la vida de miles de personas, los duques fueron altamente criticados. En diciembre de 2020, ambos se trasladaron a Francia para disfrutar de unas vacaciones en pareja. Aunque hay reportes de que la pareja real no rompió ningún tipo de regla como salir o exponerse, pues se informó que se mantuvieron encerrados en su apartamento en Biarritz, medios como Luxemburguer Wort, criticaron fuertemente a Enrique y María Teresa por predicar con un muy mal ejemplo para su nación realizando un viaje innecesario en momentos en los que el mundo atravesaba una situación crítica.
Los escándalos de los duques de Luxemburgo han amenazado la tranquilidad de la casa real y su postura discreta ante el mundo, pues, a unos meses de que el Gran Duque Enrique ceda el trono a su heredero, el príncipe Guillermo, los grandes duques se han limitado a tener entrevistas posiblemente para evadir los cuestionamientos sobre estos incidentes.