El castaño siempre ha sido un color seguro: clásico, natural y fácil de mantener. Pero a veces puede sentirse plano. Si te identificas con esa sensación de tener el pelo “ni muy oscuro ni muy claro” y buscas algo que lo eleve sin transformarlo por completo, el color avellana es la respuesta que estabas esperando.
Este tono, que está arrasando en redes y pasarelas en 2025, es una versión más cálida, luminosa y rica del castaño tradicional. Combina reflejos dorados, miel y cobrizos muy sutiles, logrando un efecto tridimensional que aporta brillo al rostro y movimiento al cabello. Lo mejor: es tan favorecedor como discreto, ideal para quienes quieren un cambio visible pero elegante.
¿Qué es exactamente el color avellana?
Piensa en el tono del fruto seco que le da nombre: un marrón medio con destellos dorados y cálidos, pero sin llegar al cobrizo ni al rubio miel. Es una tonalidad que se adapta perfectamente a bases castañas, pero también puede suavizar cabellos más oscuros y dar profundidad a tonos más claros.
Se logra generalmente con técnicas de iluminación suave como balayage, babylights o gloss, dependiendo del punto de partida. Su efecto final es siempre luminoso, natural y sofisticado.
¿A quién le favorece el cabello avellana?
El color avellana es uno de los tonos más versátiles del año porque armoniza tanto con pieles claras como morenas, gracias a sus subtonos cálidos. Si tienes ojos verdes, miel o marrón claro, realzará tu mirada al instante. Y si tienes la piel con subtonos cálidos o neutros, te aportará luz sin endurecer tus rasgos.
Además, es ideal para quienes ya tienen cabello castaño y quieren “algo más” sin caer en un cambio drástico como decolorarse o pasar al rubio.
¿Por qué está en tendencia? Porque combina elegancia, calidez y naturalidad. Los tonos “rich brunette” con reflejos avellana son la evolución de los colores monocromáticos que dominaron temporadas anteriores.
Este tono también tiene el beneficio de verse costoso sin ser difícil de mantener. Al tener una base cercana a tu color natural, el crecimiento no es tan notorio y puedes espaciar las visitas al salón.
No obstante, antes de lanzarte al cambio, es importante considerar que el tono avellana, aunque discreto, requiere de cierto mantenimiento para conservar su calidez y brillo.
Al tratarse de una mezcla de matices dorados y miel, es recomendable usar shampoos sin sulfatos y productos para cabello teñido que mantengan la intensidad del color. Además, si tu base es muy oscura, es probable que necesites una ligera decoloración para que los reflejos se noten, por lo que una evaluación con tu colorista es clave. También conviene retocar cada 8 a 10 semanas si llevas técnicas como babylights o balayage, para que el color no pierda dimensión.
Así que ya sabes, el avellana es el nuevo castaño elegante: natural pero sofisticado, cálido pero equilibrado, moderno sin dejar de ser atemporal. Si buscas refrescar tu melena sin perder tu esencia, este color es la forma perfecta de lograrlo.
