En los últimos años, la piedra gua sha se ha convertido en una herramienta estrella dentro de las rutinas de cuidado facial, prometiendo no solo una piel más luminosa, sino también un rostro más definido y firme.
Originaria de China, esta técnica milenaria utiliza una piedra plana, generalmente de jade o cuarzo rosa, para masajear la piel, estimular la circulación y reducir la flacidez. Si estás buscando una forma natural de revitalizar tu rostro, aquí te explicamos cómo incorporarla a tu día a día.
Cómo usar la Gua Sha en casa
1. Prepara tu piel: Limpia tu rostro y aplica un aceite facial, sérum o crema hidratante. Esto permite que la piedra se deslice suavemente y evita irritaciones.
2. Elige el ángulo correcto: Sostén la gua sha en un ángulo de 15 a 45 grados contra tu piel para maximizar el contacto y la eficacia.
3. Masajea con suavidad: Comienza desde el centro del rostro hacia afuera y siempre en dirección ascendente. Por ejemplo:
Mandíbula: Desliza la piedra desde la barbilla hacia las orejas para definir el contorno.
Mejillas: Sube desde los lados de la nariz hacia las sienes para levantar y tonificar.
Frente: Masajea desde el centro hacia arriba para alisar arrugas.
Cuello: Trabaja desde la clavícula hacia la mandíbula para reducir la tensión y mejorar la firmeza.
4. Aplica presión ligera: No es necesario presionar demasiado; el objetivo es estimular, no lastimar.
5. Repite: Usa la gua sha de 5 a 10 minutos diarios o al menos tres veces por semana para ver resultados.
¿Cómo conservar tu piedra Gua Sha?
- Mantén tu piedra limpia lavándola con agua y jabón después de cada uso.
- Guárdala en el refrigerador para un efecto refrescante que potencie la reducción de ojeras e hinchazón.
Sé paciente, los cambios notables suelen aparecer tras varias semanas de uso regular.