El 9 de noviembre se conmemora el día internacional de la adopción. En México, más de 53 mil niñas, niños y adolescentes viven en centros de asistencia social. Pero solo 1,081 son legalmente susceptibles de adopción, y menos de 1,000 tienen un informe que les permita ser adoptados.
Entre 2017 y 2021 se concretaron apenas 912 adopciones nacionales y 127 internacionales. Miles de familias inician el proceso cada año, pero menos del 10% logra certificarse como idónea.
¿Sabías que la mayoría de quienes esperan una familia tienen más de seis años o forman parte de grupos de hermanos? Factores que, injustamente, los hacen “menos elegibles”. De acuerdo con especialistas de Contigo desde el Corazón, una comunidad de profesionales de la salud mental especializados en adopción, que busca acompañar a las familias en sus procesos pre adoptivos y de crianza, la adopción es mucho más que un trámite: “es una historia de amor que repara, sana y transforma”, nos dice Georgina Hernández Alonso, su fundadora. Y en ese camino, Contigo desde el Corazón acompaña a cada familia con apoyo terapéutico y empatía profunda, necesarias no sólo para el niño o niña adoptado, sino para la familia directa y la familia amplia, para acompañarlos en el proceso de adaptación.
Georgina nos cuenta su propia historia: es mamá biológica y adoptiva. “Tengo un hijo y una hija que al día de hoy ya son adultos, la crianza de mis dos hijos fue idéntica, pero en ese entonces, yo no sabía que en la adopción la crianza tiene ciertos ingredientes que hay que incluir. En esta historia, mi hija menor llegó a nuestras vidas mediante la adopción. Cuando ella tenía 3 años comenzamos a integrar su historia, hablándole de la forma cómo llegó a la familia. Sin embargo, durante muchos años yo no entendía sus enojos, sus reacciones emocionales repentinas y tampoco entendía porqué esas reacciones activaban ‘botones’ en mi sistema, esos que me hacen explotar.
Llegó la adolescencia y comenzaron a aparecer preguntas que mi hija hacía y que me movieron el piso: ¿Por qué me abandonaron? ¿Qué vieron en mí que no les gustó? ¿Quién es mi mamá? ¿Dónde está? Yo no tenía respuestas ni herramientas suficientes para contener las emociones de mi hija, ni tampoco las mías.
Fue entonces que comencé la maestría en Desarrollo Humano, donde aprendí esas herramientas que me ayudaron a ser congruente, empática y a aceptar incondicionalmente. A raíz de esto, la relación con mi hija dio un giro muy positivo.
Posteriormente quise prepararme, para poder acompañar a padres adoptivos en consultas individuales y grupales y me certifiqué como psicoterapeuta humanista corporal. Después de integrar todo lo aprendido, me pregunté si todo esto que tanto me había servido, podía compartirlo con otros papás y mamás adoptivos. Así comenzó Contigo desde el Corazón. Un proyecto que se enriquece día a día con los talleres que imparto sobre adolescencia y adopción, grupos de apoyo, estudios, opiniones y experiencias de muchas familias adoptivas”.
Si es tu caso o conoces a alguien que requiera el apoyo de terapeutas especializados en adopción, puedes contactar a Georgina y sus especialistas en https://contigodesdeelcorazon.org.mx/ y en sus redes sociales.