Cuatro claves para vivir sana y feliz

Cuatro claves para vivir sana y feliz

Una experta propone cuatro estrategias eficaces para disfrutar de un bienestar duradero

La experta estadounidense en bienestar social Ruth C. White propone un programa basado en cuatro ideas sencillas de recordar para que nuestro cuerpo y mente se mantengan funcionando bien y sin estallar por las presiones cotidianas.

“En tiempos de estrés como los actuales es tan importante mantener una mente fuerte, alerta y calma, como un cuerpo sano y para conseguirlo necesitamos aplicar las estrategias del SNAP”, según White, quien ha desarrollado este programa basándose en los estudios científicos.

La palabra SNAP la forman las siglas de las palabras inglesas Sleep, Nutrition, Activity y People, que significan: sueño, alimentación, actividad y gente. Estos son los cuatro pilares que, según la experta en desarrollo personal y de organizaciones Ruth C. White, hay que cultivar y aplicar de forma sostenida para disfrutar de un bienestar duradero.

Aunque son fáciles de memorizar y recordar rápidamente, como también simboliza la palabra snap, que en inglés corresponde al adjetivo instantáneo, los cuatro pasos del programa no siempre son sencillos de mantener, debido a la vertiginosa vida moderna, según reconoce la autora en un artículo que ha publicado en la revista estadounidense Psychology Today (http://www.psychologytoday.com).

Es que “nuestra forma de vida puede ser abrumadora debido a las presiones que sufrimos provenientes del trabajo, la familia, el bombardeo de la información, los problemas de dinero y las preocupaciones sobre la política, la economía, la sociedad y el medio ambiente”, señala White (http://ruthcwhite.com/).

Los cuatro componentes de este programa son conocidos en general y forman parte del conjunto de medidas de autoayuda que se recomiendan para mejorar y mantener la salud física y psicológica.

White ha seleccionado, dentro de todo ese “arsenal del bienestar” las cuatro estrategias que, a su juicio, son más eficaces y ha elegido dentro de cada uno de esos apartados, medidas muy sencillas y que funcionan.

Según esta profesora de Trabajo Social en el departamento de Antropología de la Universidad de Seattle (Washington, Estados Unidos), su programa refleja los aspectos del estilo de vida que tienen un impacto positivo sobre salud mental, y son avalados por los últimos avances científicos.

Estas son las cuatro estrategias para “ponerse en marcha, mantener el rumbo y volver a la pista con una buena salud mental cuando nos salimos del camino debido al estrés y la presión diarios”, que propone White.

SUEÑO: SUFICIENTE Y RECONSTITUYENTE
Dormir y descansar bien es uno de los secretos para mantener un mejor cerebro, un rostro más joven y una vida más larga, según White quien, para conseguir una rutina regular de sueño, sugiere tomar infusiones calmantes de hierbas, practicar técnicas de relajación y meditación y dormir en una habitación oscura y fresca, en la que haya sonidos calmantes o no haya ningún ruido en absoluto.

Los ritmos circadianos son los patrones físicos, mentales y de comportamiento que sigue el organismo humano en un ciclo de 24 horas, e influyen en la temperatura corporal, la actividad hormonal, los lapsos sueño-vigilia y el sistema inmunológico.

Según esta experta, cuando estos ritmos biológicos sufren interrupciones, la persona corre más riesgo de sufrir enfermedades físicas o mentales.
“Conseguir un buen sueño, respetando el ritmo circadiano, ayuda a mantenerse alerta durante el día, lo cual aumenta nuestra productividad, nuestro buen estado de ánimo y seguridad y ayuda a reducir los accidentes causados por la somnolencia”, añade.

Para White, dormir bien consiste básicamente en irse a la cama cuando uno tiene sueño, conciliar el sueño en los 15 a 30 minutos siguientes y despertarse con la sensación de haber descansado.

ALIMENTACIÓN: INGREDIENTES DEL BUEN ÁNIMO
Ruth C. White recomienda comer con horarios regulares y reducir al mínimo el consumo de sustancias que alteran el estado de ánimo, como la nicotina, la cafeína y el alcohol, que también interfieren con el sueño de buena calidad.

Según esta experta, los suplementos alimenticios de las vitaminas B y D, y los ácidos grasos Omega 3, también ayudan al buen funcionamiento del cerebro.
Los Omega 3 se encuentran de forma natural en los pescados de agua frÌa como el salmón, la caballa, las sardinas y el bacalao, así como en el lino, las semillas de chiaí, y algunos huevos (cuando las gallinas son alimentadas con linaza).

Según la autora del SNAP el bacalao, el salmón y el atún son buenas fuentes de vitamina D, al igual que los productos lácteos y zumos enriquecidos con este nutriente esencial para los procesos metabólicos.

Por su parte, la vitamina B está presente en los huevos, la levadura, las vísceras, los cereales integrales, las legumbres y las carnes de cerdo, ternera y pollo.

Esta profesional también sugiere incluir regularmente en la dieta los productos lácteos, porque contienen L-triptófano, un aminoácido que ayuda a mejorar el estado de ánimo, ya que es un ingrediente de la serotonina, cuya deficiencia está relacionada con la depresión.

ACTIVIDAD FÍSICA: CON REGULARIDAD Y MODERACIÓN
De acuerdo a White, el movimiento físico de todo tipo y el ejercicio regular ayudan a mantener la mente aguda, a dormir mejor y a que el cerebro segregue endorfinas, unas sustancias hormonales que nos producen una sensación placentera.

“Realizar la actividad, deporte o gimnasia elegidos, al aire libre, mejora los beneficios de ese ejercicio, ya que nos expone al aire fresco y a la luz del sol, que influyen positivamente en el estado de ánimo”, según la experta de la Universidad de Seattle.

Según esta profesional, el nivel de actividad no tiene porqué ser extremo, aunque es vital que el ejercicio se practique de forma habitual y esté integrado en la vida de la persona.

Ya sea caminar, correr, nadar, jugar al tenis o hacer escalada o senderismo, el hecho de seguir un programa regular de actividad física mantiene el cuerpo y la mente en buena forma, para que sean capaces de absorber los impactos del estrés diario.

“Además, monitorizar nuestra propia actividad física, para ir viendo los progresos y beneficios, nos ayudan a motivarnos y a seguir adelante”, explica White.

GENTE: LA RED QUE NOS SOSTIENE Y ESTIMULA
“Crear y permanecer conectado a una red de apoyo social a través de las relaciones personales es primordial para la experiencia y el bienestar de las personas, porque los seres humanos estamos destinados a estar en contacto con otra gente y estar con nuestros seres queridos nos hace felices”, señala White.

De acuerdo a esta experta, el simple hecho de reírnos de forma natural y compartida, no sólo hace que nos sintamos bien en este mismo instante, sino que genera un efecto beneficioso sobre el ánimo que dura varias horas e incluso se mantiene durante días.

A veces, basta con permanecer cerca de la gente, aunque sean extraños, para que nos sintamos mucho mejor que estando aislados dentro de nuestros propios “caparazones domésticos”.

El contacto con otras personas, no sólo nos anima cuando estamos felices, sino que nos hace sentirnos apoyados por otros, cuando sentimos que no podemos hacer frente a una situación de estrés o cuando recibimos un golpe, o atravesamos una curva difícil en este viaje que es la vida”, explica la experta en trabajo social.

“Disponer de un hombro donde llorar o un oído que nos escuche evita que caigamos en la desesperación, la depresión o la ansiedad, y estar conectados a otras personas nos ayuda a tener los pies sobre la tierra y a no descarrilar en el día a día”, concluye White.


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