La Navidad está llena de amor, luces y buenos deseos, pero más allá del envoltorio y los moños dorados, cada regalo tiene su energía. Según el Feng Shui, hay ciertos obsequios que, aunque parezcan bonitos o costosos, pueden atraer mala suerte, pobreza o conflictos. ¡Claro, nadie quiere empezar el año con ese tipo de vibras! Si te gusta regalar desde el corazón, aquí te cuento cuáles deberías evitar.
1. Relojes
Por muy elegante que sea, un reloj simboliza que “el tiempo se termina”. En el Feng Shui se interpreta como el cierre de un ciclo, y no de los buenos. Puede representar distanciamiento o incluso pérdida de energía vital. Así que, aunque suene tentador regalar uno, es mejor evitarlo. Si alguien lo desea, que lo compre con su propia energía.
2. Cuchillos o tijeras
Nada de objetos filosos. Los cuchillos, tijeras o navajas se consideran regalos que cortan la buena relación entre quien da y quien recibe. En Asia, incluso existe la costumbre de entregar una moneda simbólica si te obsequian algo así, para neutralizar la mala suerte. Si quieres regalar algo para la cocina, opta por una tabla bonita o un set de especias, pero deja fuera los filos.
3. Pañuelos
Por más delicados que sean, los pañuelos están ligados a la tristeza. Representan lágrimas, despedidas o nostalgia. Aunque vengan bordados o en una caja preciosa, se dice que pueden atraer energía melancólica al hogar. Mejor guarda ese detalle para otra ocasión y apuesta por algo que despierte alegría.
4. Plantas con espinas
Los cactus y rosales son bellos, pero en Feng Shui representan conflictos, tensión y obstáculos. Si quieres regalar una planta, elige una de hojas redondeadas, como una suculenta o planta jade, que atraen prosperidad, armonía y crecimiento.
5. Velas oscuras o con aroma fuerte
Las velas son perfectas para atraer luz y paz, pero si son negras o con aromas muy intensos, pueden alterar la energía del espacio. Elige otras opciones como esas de tonos suaves con aromas cálidos como canela o vainilla.
Al final, el mejor regalo no es el más caro, sino el que transmite buena energía, porque cuando damos desde el corazón, la abundancia siempre regresa multiplicada.