Antes se presentaba más de un caso de gran incendio
Aunque la electricidad es un descubrimiento que ha revolucionado la historia de la humanidad, la facilidad de tener luz eléctrica no siempre fue algo factible ni tampoco común. De acuerdo a una nueva investigación revelada por la reconocida publicación TIME, las luces de Navidad con las cuales adornas tus ventanas, árboles y demás, no siempre fueron tan accesibles y variadas como lo es ahora.
Según el más reciente estudio, antes de que comenzara el siglo XX, las personas con mayores beneficios en lujos y estilo de vida solían salir de sus casas y adornar los árboles con velas reales, prenderlas y luego soplar el fuego para conmemorar las fiestas decembrinas. Como era de esperarse, hubo más de un incendio por uso inadecuado de éstas.
Mientras que se presentaban los inconvenientes, uno tras otro, Edward Johnson, inventor y gran amigo de Thomas Alva Edison, salió con una idea que revolucionaría la forma en que adornamos nuestras casas durante las celebraciones de fin de año.
El primer paso fue lograr una combinación entre un cable de plástico y ocho bombillos amarrados a éste y así lograr adornar una parte o unas cuantas ramas del árbol de Navidad. Los colores y extensiones de las luces iniciales no fueron una posibilidad, entonces, por ser uno de los inventos más exclusivos y originales de su época, los investigadores ofrecían este producto por lo que hoy serían unos 80 dólares en total.
La popularidad de este descubrimiento incrementó después de que el presidente Grover Cleveland utilizara las luces para adornar la Casa Blanca en el año 1895 y luego a comienzos de los años veinte, cuando la reconocida compañía de General Electric tomara la idea para producir este invento a nivel masivo.
