La princesa Diana supo ganarse el corazón de millones de personas alrededor del mundo, pero antes de convertirse en “la princesa del pueblo” y ser un referente de estilo y elegancia por su belleza, fue una niña tímida que aunque creció en una mansión aristocrática y llena de lujos, su infancia estuvo lejos de ser un cuento de hadas.
Infancia de la princesa Diana
Diana Frances Spencer nació el 1 de julio de 1961 en Park House, una propiedad arrendada a la familia real en Sandringham, Norfolk. Fue la cuarta de cinco hijos del vizconde John Spencer y Frances Roche. Su título de nobleza, “Lady Diana”, llegó cuando su padre heredó el título de conde de Spencer en 1975, lo que convirtió a la familia en una de las más cercanas a la realeza británica.
Sin embargo, su infancia siempre estuvo llena de expectativas reales por su cercanía con los Windsor, además de enfrentarse a fuertes problemas familiares con tan solo 7 años.
¿Por qué la infancia de la princesa Diana fue triste?
De acuerdo con el Daily Mail, la princesa Diana describió su infancia como “traumática”, sobre todo después de enterarse que sus padres esperaban que fuera un niño y no una niña.
En una entrevista con el periodista Andrew Morton, Diana explicó cómo le afectaba saber que sus padres no querían que fuera niña, sobre todo después de descubrir que antes de que ella naciera, sus padres habían tenido un niño que murió.
“No podía entender por qué sentía malestar a mi alrededor, siempre he pensado que fue por el niño que murió antes de que yo naciese. Fue un niño, John, que murió diez horas después de nacer en 1960. Mis padres estaban locos por tener un hijo heredero y no fui yo. Ahora ya estoy bien, lo he aceptado”.
Diana explicó que también se sintió utilizada durante el proceso de divorcio de sus padres, una etapa que recuerda como sombría, sobre todo al tener que ir de una casa a otra.
La princesa Diana sufrió el abandono de su madre durante su infancia
El divorcio de los padres de sus padres, Frances Shand Kydd y John Spencer, fue un mediático que dejó una profunda huella en la infancia de Diana. Se casaron en 1954 y se divorciaron en 1969, cuando Diana tenía solo ocho años.
Su madre se enamoró de otro hombre, Peter Shand Kydd, un millonario australiano. En 1967, Frances dejó a su esposo y a sus hijos para irse a vivir con Peter en Londres durante la separación.
La separación fue seguida por una amarga batalla legal por la custodia de los hijos, que finalmente ganaría su padre, en una época donde era poco convencional que los hombres se quedaran con el cuidado de los hijos.
Diana recuerda que también era difícil porque ambos padres luchaban por ganarse su cariño y el de sus hermanos con regalos costosos, lo que desencadenaba nuevas discusiones.
Los problemas después del divorcio de los padres de la princesa Diana
Frances se casó con Peter en 1969, el mismo año en que se finalizó su divorcio con John Spencer.
El padre de Diana también se casó por segunda vez en 1976 con Raine, Condesa de Dartmouth, hija de la novelista Barbara Cartland. Esta relación también fue un punto de fricción en la familia, especialmente para los hijos de Spencer.
Hay quienes aseguran que estos eventos desencadenaron el deseo de cariño y aceptación en Diana, lo que finalmente terminó afectando a sus relaciones.