¿Qué tanto sabes de datos poco conocidos de los antepasados reales?




Una costumbre de las casas reales del pasado era el matrimonio entre primos hermanos y familiares para evitar que plebeyos o gente de una aristocracia inferior entraran en sus familias. ¿Un ejemplo? La princesa Maud de Gales se casó con su primo hermano, el príncipe Carl de Dinamarca, y fueron reyes de Noruega y abuelos del actual rey Harald V de Noruega. Sin embargo, una plebeya con escandaloso pasado, Mette- Marit, esposa del príncipe heredero Haakon Magnus, rompió esa tradición ¡y será reina!






En épocas pasadas, los diamantes y otras piedras preciosas que usaban en muchas coronas reales o en tiaras eran `alquiladas´ a joyerías y famosos comerciantes, para ser usados solo en el día de la coronación. Después se desmontaban y se devolvían a los verdaderos dueños. Sin embrago, la reina Victoria de Inglaterra eliminó esa costumbre y las casas reales europeas comenzaron a ser dueñas de sus maravillosas joyas.



En siglos pasados, las mujeres de la corte francesa de Luis XI creían firmemente que masticar producía arrugas faciales prematuras, por lo que se alimentaban, sobre todo, de sopas.
