Kate Middleton volvió a demostrar porqué es considerada un ícono de moda en su más reciente aparición pública, en donde ha dado una gran lección sobre cómo lograr un look juvenil con traje sastre después de los 40 gracias a un sencillo y poderoso truco.
El look de traje sastre de Kate Middleton
Durante la visita al Victoria & Albert East Storehouse, en el barrio de Stratford de Londres, la princesa de Gales volvió a usar una de sus prendas favoritas: un traje sastre azul de Alexander McQueen. Sin embargo, lo que más sorprendió fue la combinación que usó para este conjunto de dos piezas: el top blanco.
Para la ocasión, Kate complementó su traje de corte impecable y líneas estructurada con un top blanco impoluto de cuello barco, ajustado al cuerpo pero sin excesos. Y justo ese pequeño cambio fue todo lo que necesitaba para darle un giro fresco, luminoso y juvenil al look.
Mientras el traje aporta autoridad, estructura y presencia, el blanco suaviza el conjunto, ilumina el rostro y aporta esa frescura que a veces buscamos pasados los 40. Es una fórmula clásica, sí, pero también infalible.
Otro detalle a considerar en este caso es que la esposa del príncipe
William no estrenó el conjunto, sino que lo rescató de su propio armario ya que lo usé en 2023. Pero al añadirle ese top blanco, lo transformó por completo. Por lo qu esta elección demuestra su dominio por reciclar looks con inteligencia, algo que se ha convertido en uno de los sellos de su estilo en los últimos años.
Para complementar este outfit, la princesa de Gales también usó un sencillo collar y pendientes discretos, y de calzado unos stilettos en color negro. Algo que, sin duda, le brindaron un toque elegante.
¿Por qué el blanco rejuvenece?
Aunque no lo crees, el blanco funciona tan bien en mujeres de más de 40 gracias a su efecto rejuvenecedor. Esto se debe porque, al ser un color muy claro, refleja luz hacia el rostro, suavizando así las sombras y líneas de expresión.
Además, aporta un aire puro, limpio y natural, que evoca frescura, lo cual se asocia con juventud, apertura y simplicidad. Por lo que este efecto es especialmente poderoso cuando el blanco se lleva cerca del rostro, como en blusas, tops o camisas con cuello definido, como fue en el caso de Kate. Y, combinado con tonos intensos como el azul marino o el verde esmeralda, crea un contraste armonioso.
Este detalle, más allá de ser una simple preferencia estética, es ideal para quienes desean emular el estilo de la princesa. La clave está en encontrar ese punto de armonía entre lo estructurado y lo ligero. Y es justo por ello que prendas como el top blanco se erigen como el protagonista que, sutilmente, rejuvenece cualquier outfit y demuestra que la elegancia puede ser tan versátil como necesaria, incluso después de los 40.