El rey Carlos no sería el primero ni el último royal que, además de estar acostumbrado a los lujos, cuenta con hábitos peculiares que pueden llegar a sorprender a más de una persona. En su libro “Rebel King”, el escritor Tom Bower expone algunas de las exigencias que el monarca presuntamente solicita cuando va a salir de viaje.
Un dormitorio real portátil
Bower reveló las peculiares pertenencias que el monarca llevó consigo durante una salida de fin de semana. De entre los artículos que más destacan, su cama y rollos de papel higiénico lujoso son los menos sorprendentes, pues el rey viaja con un camión con muebles propios para que estos sean sustituidos por las piezas originales de las habitaciones en las que será huésped, y cuando decimos que lleva sus propios muebles, eso incluye el dormitorio completo del rey y la reina.
“Su personal también se había asegurado de empacar un pequeño radio, su asiento del inodoro, rollos de papel Kleenex Premium Comfort, whisky Laphroaig y agua embotellada”, escribió el autor en su libro.
Bower también menciona que Carlos viaja con su propia comida orgánica, especialmente luego de su diagnóstico. De acuerdo con el autor Tom Quinn, en su libro “Yes Ma’am”, recuerda que el rey tiene una habilidad muy específica para transformar platillos comunes en algo muy exquisito con el objetivo de satisfacer su exigente paladar. Quinn recuerda que el rey es muy específico con la forma de consumir huevos, ya que suele dar la orden de “cocinar seis para que por lo menos dos se cosan como a él le gustan”.
Carlos: La comida no puede faltar.
De acuerdo con información de Daily Mail, la familia real británica ha desmentido esta versión de que el rey ordena la cocción desmedida de huevos. Por su parte, la periodista Tina Brown, en su libro “The Palace Papers”, afirmó que Carlos, siempre que asistía a cenas, tenía que llegar a estos eventos con su martini premezclado. “A diferencia de la reina, que siempre comía lo que le servían, el príncipe estipulaba sus preferencias de menú de antemano y a veces llegaba a la cena con su oficial de protección trayendo un martini premezclado y listo para ser entregado al mayordomo y posteriormente servido en su propio vaso”, cita Brown.
Otros hábitos alimenticios que el rey incluye son el consumo de medio aguacate diario a mediodía; ha dejado de lado el consumo del famoso té English Breakfast, sustituyéndolo por un Darjeeling, el cual debe llevar leche y miel.
Las excentricidades del rey Carlos confirman que la vida real tiene tanta disciplina como ciertas peculiaridades inesperadas que siguen sorprendiendo a más de una persona, y es que muchas personas podrían verlo como caprichos; sin embargo, esto podría ser reflejo de que, como cualquiera de nosotros, al rey le gusta viajar con sus objetos cotidianos.