Uno de los grandes tesoros del rey Carlos III son sus jardines; el monarca se ha declarado un amante de la naturaleza, por lo que no es de extrañar que sea exigente con su cuidado; sin embargo, los jardineros que han trabajado para él aseguran que no solo es el arduo trabajo lo que tienen que tolerar, también su mal genio, groserías y bajos salarios.
¿Por qué los jardineros de Carlos III se rebelaron?
De acuerdo con el medio The Times, los jardineros del rey Carlos III aseguran que las exigencias en el cuidado de los jardines de su casa de campo en Gloucester, son ridículas, las circunstancias de trabajo son tan malas, que 11 de los 12 jardineros, han renunciado en los últimos tres años.
Y aunque esta es la primera vez que los jardineros se quejan de lo difícil que es trabajar para el rey, en el 2023 había tan poco personal que tuvieron que hacer una investigación y recomendar apoyo de salud mental a los empleados y revisión de salarios, pero los problemas persisten.
¿Cómo es trabajar en los jardínes del rey Carlos III?
Los bajos salarios es una de las principales quejas de los jardineros, aseguran ganar 8,9 libras la hora, una cifra inferior a la que ganan en otros jardines.
“Es como si te dijeran: deberías estar agradecido de que te hayamos dado un trabajo, y trabajas para el Rey, la persona de mayor rango del país”, cuenta una de las fuentes del Times.
El mal genio del rey es otra de las quejas constantes de los trabajadores, aseguran que su meticulosidad y perfeccionismo, hace casi imposible el trabajo de los jardineros.
Aseguran que uno de los jefes de jardines ni siquiera lograr superar los tres meses de prueba, por no saber el nombre de una de las flores del jardín, el rey dijo: “Aparta a ese hombre de mi vista”.
Algunas de las quejas más frecuentes de Carlos III son:
- “¿Por qué faltaban las etiquetas con los nombres de su magnolia favorita?”
- “¿Por qué los jardineros no habían logrado salvar su querida azalea perenne?”
- “¿Por qué un cerezo en particular no crecía?”
- “¿Por qué se habían podado los delfinios cuando hacerlo perjudicaría su progreso?”
La negativa del rey al uso de pesticidas en sus jardines es otro de los problemas, pues según ellos, dificulta el de por sí duro trabajo de la jardinería.