Fue en mayo de 1962 cuando Sofía de Grecia se casó con el príncipe heredero, Juan Carlos de España, en una ceremonia que reunió a casi todas las monarquías europeas; sin embargo, una de las invitadas más esperadas, decidió no acudir al gran evento.
Se trata de la reina Victoria Luisa de Prussia, quien decidió desairar a su nieta, Sofía de Grecia, y no acudir a su boda con Juan Carlos por la diferencias personales que tenía con su hija, la reina Federica, una ausencia que dió mucho de qué hablar.
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¿Por qué la reina Victoria Luisa de Prussia no asistió a la boda de su nieta Sofía de Grecia con Juan Carlos?
Victoria Luisa, hija del káiser Guillermo II, y conocida por sus carácter fuerte y rebelde, no asistió a la boda de su nieta por los conflictos y tensiones que mantenía con su hija, la reina Federica, especialmente tras desaprobar su matrimonio con el príncipe Pablo de Grecia.
La abuela de Sofía desaprobaba las decisiones de su hija, marcada por el conflicto entre Grecia y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y por su fuerte vínculo con la aristocracia alemana, y aunque nunca rompieron el contacto, su relación siempre fue tensa.
La boda de Sofía y Juan Carlos estaba llamada a representar la unión de las monarquías europeas, pero terminó evidenciando viejas tensiones familiares.
La ausencia de Victoria Luisa, pese a su rango e influencia, fue un gesto elocuente que no pasó desapercibido y dio pie a múltiples especulaciones sobre los motivos de su decisión.
¿La reina Federica y la reina Victoria Luisa lograron resolver sus diferencias?
Victoria Luisa vivió una larga vida fiel a sus convicciones y falleció en diciembre de 1980; su hija Federica murió apenas dos meses después. Ambas descansan en países distintos: Victoria Luisa en Hannover y Federica en Tatoi, junto al rey Pablo.
La historia familiar de la reina Sofía estuvo marcada por tensiones y contradicciones, y su boda con Juan Carlos, más allá de su relevancia política, evidenció cómo los agravios personales llegaron a imponerse a la tradición.