La vida de las dos hijas del rey Felipe VI ha estado expuesta al ojo público desde el momento en el que las dos jóvenes royals abrieron los ojos al mundo, en 2005 y 2007, respectivamente.
Por su parte, Leonor nació tan solo un año después de haber transcurrido la romántica boda del entonces príncipe de Asturias con la ex periodista Letizia Ortiz, recibiendo desde el momento de su registro el título de princesa. Mientras que Sofía, al nacer, dos años después, le fue otorgado el nombramiento de infanta, lo cual marcó una primera diferencia entre las populares royals.
A partir del nombramiento real de Leonor y Sofía se han desprendido otro tipo de reglas, las cuales son distintas para cada una y se adecuan de acuerdo al acto en el que se hagan presentes. Sin embargo, sólo los más observadores o fieles estudiosos del protocolo real han logrado notar cuáles son estos designios, que encuentran su origen en tradiciones con cientos de años de antigüedad.
La “grieta” entre los caminos de Leonor y Sofía
Otro momento crucial en el que se bifurcaron notablemente los caminos de las dos hijas de Letizia Ortiz fue en 2014, cuando Felipe de Borbón asumió el trono de España, después de la abdicación de su padre a su favor. En ese momento, Leonor se hizo acreedora al título de princesa de Asturias, a la presidencia de la fundación del mismo nombre, y se convirtió finalmente en la primera en la línea de sucesión al trono y Sofía mantuvo el título que había llevado los siete años de su vida que habían transcurrido hasta ese acontecimiento, sin un mayor aumento de responsabilidades.
Y, aunque Letizia hizo todo lo posible para retrasar los estragos que los títulos tendrían en la vida y relación de sus hijas, en 2018 llegó el momento de que la implementación de distintos protocolos saliera a la luz, durante el primer evento oficial de Leonor: el desfile por la Fiesta Nacional que conmemoró el 30 aniversario de la incorporación de las mujeres al ejército.
Las distinciones entre la princesa Leonor y la infanta Sofía en actos oficiales
En el mencionado debut, fue la primera ocasión en la que Leonor se vio en la obligación de mantenerse a la derecha de su padre, mientras que Sofía tuvo que acotarse a permanecer junto a su madre durante todo el acto.
Igualmente en dicha ocasión, fue la primera vez que la princesa heredera lució en su pecho la insignia del Toisón de Oro que le impuso el rey en el Palacio Real y que, además, es una de las máximas condecoraciones de la Corona Española.
Por último, también cabe mencionar que a partir de esa ocasión, Sofía se ha visto obligada a caminar unos cuantos pasos detrás del andar de su hermana, pues nada puede opacar a la heredera. También por esta razón, Leonor puede utilizar tacones y Sofía no, pues el mucho más alta que su hermana mayor.
