El nombre Charlotte resuena con fuerza en la historia de la realeza británica. Actualmente, porque lo lleva la hija de Kate Middleton y el príncipe William. Sin embargo no es la primera que lo lleva, sino que ya hubo una princesa que se llamó así.
Charlotte Augusta de Gales, nacida el 7 de enero de 1796 como hija única del rey George IV, (príncipe de Gales en ese momento), y Caroline de Brünswick-Wolfenbüttel, fue una figura adorada en su tiempo, cuya vida y muerte dejaron una huella imborrable en la monarquía.
La vida de Charlotte Augusta de Gales
Charlotte Augusta, conocida por su espíritu enérgico y su carácter cálido, nació en medio de un matrimonio tormentoso, un día antes de que pasaran nueve meses de la boda de sus padres.
George IV y Caroline de Brünswick-Wolfenbüttel, primos hermanos que se despreciaban mutuamente, se separaron poco después de su llegada, dejándola bajo el cuidado de institutrices mientras el pueblo británico la veía como un símbolo de esperanza frente a la impopularidad de su padre y la inestabilidad mental de su abuelo, el rey George III.
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En 1813, su padre intentó arreglar un matrimonio con el príncipe William de Orange, heredero al trono holandés, pero Charlotte se opuso ferozmente, temiendo que la alianza la alejara de Inglaterra y la subordinara a una vida de exilio. William no la impresionó cuando se conocieron en la fiesta de cumpleaños de Jorge, en la que el príncipe neerlandés se emborrachó en compañía del príncipe regente y otros invitados
Su destino cambió cuando conoció al príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, un noble alemán. A diferencia de otros pretendientes, Leopoldo conquistó a Charlotte por su inteligencia y devoción. Se casaron el 2 de mayo de 1816 en Carlton House, en una ceremonia que marcó un raro momento de felicidad para la princesa.
La pareja se instaló en Claremont House, donde vivió una vida tranquila y enamorada, alejada de las tensiones de la corte. Charlotte quedó embarazada poco después, un evento que generó enorme expectación en el país, pues su hijo sería el futuro heredero al trono, además, tanto la pareja como el pueblo tenían mucha esperanza en el segundo embarazo de la princesa, luego de que perdiera el anterior.
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La trágica muerte de Charlotte Augusta de Gales a los 21 años
La tragedia ocurrió el 5 de noviembre de 1817. Tras un parto prolongado y agotador de más de 50 horas, Charlotte dio a luz a un hijo varón que nació sin vida.
La princesa, exhausta, escuchó la noticia con calma y dijo que era la voluntad de Dios. Comió luego de un largo ayuno y pareció recuperarse bien, por lo que Leopoldo, quien había estado acompañándola en todo momento, se tomó un opiáceo y cayó rendido en la cama, en un profundo sueño.
Alrededor de la media noche, Charlotte tuvo una hemorragia que no podían contener y no lograban despertar a Leopoldo. La princesa dijo “estoy mareada”, y su médico la dejó en la habitación para intentar despertar a Leopoldo una vez más. Cuando regresó, ella ya estaba muerta.
Henry Howard RA, 1769 – 1847, British portrait and history painter, The Apotheosis of Princess Charlotte Augusta (1796–1817), Princess of Wales pic.twitter.com/2dtVPHqP7R
— Gjeraqina Ukshini (@gjeni_u) May 12, 2020
Años después, su médico escribió: “Noviembre fue la ruina de esta casa feliz y la destrucción, en un solo golpe, de toda la esperanza y felicidad del príncipe Leopoldo. Hasta hoy, no ha conseguido recuperar aquel sentimiento de felicidad que bendijo su corta vida de casado”.
Más de dos siglos después, el nombre Charlotte volvió a la familia real con el nacimiento de la princesa Charlotte Elizabeth Diana, hija del príncipe William y Kate Middleton.