Hablar de bodas reales inevitablemente trae a la conversación el tema de los vestidos de novia, un elemento que generalmente pasa a la historia por el glamour y elegancia que representa. Royals como Kate Middleton y Lady Di son sólo algunas de las royals que han sido relevantes por su magnífico y extravagante atuendo nupcial, sin embargo, también existen otras representantes de la realeza que han optado por llevar un diseño sencillo para decir “sí quiero” frente al altar.
Tal es el caso de la princesa Margarita, hermana de la reina Isabel II, quien se casó el 6 de mayo de 1960 con Antony Armstrong-Jones, llevando uno de los vestidos de novia más innovadores de la realeza, el cual no sólo destacó por su sencillez, sino también por el diseño que más reglas ha roto.
¿Cómo fue el vestido de novia de la princesa Margarita?
De acuerdo con la revista Tatler, la princesa Margarita lució un vestido de gala de organza de seda para su boda, con cintura entallada, mangas largas y escote en V. El diseño fue elaborado por Norman Hartwell, quien también creó el vestido de novia de la reina Isabel.
Por su parte, la revista Life señala que el vestido de la hermana de Isabel fue “el más sencillo de la historia”, no precisamente por que la situación lo haya ameritado, sino por que así fue solicitado por la misma Margarita. Según Tatler, la princesa pidió un vestido minimalista que “no opacara su pequeña figura”.
¿Por qué se dice que el vestido de novia de la princesa Margarita rompió los protocolos reales?
Además de destacar por su sencillez, el diseño nupcial de la hija menor de Jorge VI pasó a la historia por contar con 30 metros de tela en la cola, lo cual para muchos representó una ruptura a los protocolos previamente establecidos. Para poner en perspectiva este dato, vale la pena mencionar que la cola del vestido de novia de Isabel II midió tan solo 4 metros.
Por otro lado, el vestido de Margarita no llevaba bordados de flores ni otros motivos, sino organza de seda sencilla, lo que lo hace destacar aún más entre los de otras novias reales. “Era refrescantemente moderno y un éxito inmediato entre la prensa de moda”, destaca Tatler.
Además, rompiendo la tradición real, la princesa Margarita optó por combinar su vestido de novia con una tiara que compró en una subasta en lugar de pedir prestada una de la colección de la Familia Real.
De acuerdo con la revista People, la tiara nupcial de Margarita llevó por nombre “Poltimore” y anteriormente perteneció a Lady Florence Poltimore. La pieza fue diseñada por Garrard y era convertible y podía transformarse en un collar de flecos y broches, que la princesa lució en varias ocasiones a lo largo de su vida, según Garrard .