En las últimas semanas, el tema de las cirugías estéticas en adolescentes ha sido una constante pregunta en la mente. No solo porque las cifras de jóvenes en el quirófano aumentan, sino por las consecuencias. Por ello, nos dimos a la tarea de platicar con una experta que nos informara al respecto.
“Comparto mi punto de vista desde la medicina funcional, que ve al adolescente como un sistema completo (biológico, emocional, psicológico y social) y busca tratar causas, no sólo síntomas”, seguró la Dra. Bastidas
1.- ¿Cuáles son los principales riesgos físicos y emocionales que enfrentan los menores al someterse a cirugías estéticas?
Son múltiples, los riesgos físicos incluyen complicaciones anestésicas, infecciones, cicatrices anómalas, alteraciones hormonales que pueden, incluso, modificar el resultado (por ejemplo, mamas que siguen creciendo después de una cirugía), o problemas de cicatrización, esto cuando hay deficiencias nutricionales o inflamación crónica.
En lo que se refiere a los riesgos emocionales, puede desarrollarse dismorfia corporal, baja autoestima si el resultado no cumple expectativas, sensación de rechazo del propio cuerpo, y a la larga, generar una dependencia psicológica de las intervenciones estéticas para tener la sensación de adaptación.
2.-¿Por qué es importante evaluar la madurez emocional y psicológica antes de considerar un procedimiento estético en un menor?
En medicina funcional se evalúa el eje HPA (hipotálamo–hipófisis–adrenal), niveles de estrés y resiliencia emocional antes de cualquier procedimiento. El estrés no es solo una sensación; tiene un impacto fisiológico directo en el cuerpo. Un paciente con un alto nivel de estrés y baja resiliencia emocional, puede tener una respuesta inflamatoria más intensa y una capacidad de recuperación más lenta después de un procedimiento médico.
De manera adicional, es conocido que un adolescente emocionalmente inmaduro puede tomar decisiones impulsivas para agradar a otros, ser incapaz de comprender riesgos ni entender lo delicado de los cuidados postoperatorios. Así también, puede desarrollar mayor riesgo de ansiedad o depresión, si no está satisfecho con el resultado.
3.- ¿Qué procedimientos estéticos son considerados seguros y éticamente aceptables en menores de edad?
Algunas cirugías reconstructivas, por ejemplo el labio leporino, malformaciones o secuelas de accidentes; procedimientos que corrigen una alteración funcional, como es el caso de la rinoplastia por obstrucción nasal severa. También se consideran intervenciones mínimamente invasivas para tratar acné severo, cicatrices o problemas que afectan la salud mental y social del menor, siempre bajo estricto seguimiento psicológico.
4.- ¿Cuándo está justificado realizar una cirugía plástica en adolescentes desde un punto de vista médico y psicológico?
Bajo un concepto completamente pragmático, cuando el procedimiento mejora la función fisiológica (respiración, audición, movimiento).
En ocasiones se justifica cuando hay impacto psicológico comprobado: bullying severo, aislamiento social, baja autoestima que afecta al desarrollo personal y académico. Igualmente cuando el crecimiento óseo se ha completado (por ejemplo, rinoplastia usualmente después de los 15-16 años en mujeres y de los 17 años en hombres).
5.- ¿Qué cirugías estéticas NO deberían realizarse nunca en menores de edad, y por qué?
Sin duda, cirugías de aumento de senos, liposucciones, BBL (Brazilian Butt Lift) o cirugías puramente estéticas, esto antes de que termine el desarrollo corporal. También es extremadamente delicado recurrir a procedimientos motivados por modas en redes sociales u otros medios, presión social o el deseo de parecerse a alguna figura pública en tendencia. Destacaría de manera general, aquellas intervenciones que impliquen alto riesgo anestésico o de pérdida sanguínea en cuerpos que no están fisiológicamente maduros.
6.- ¿Qué importancia tiene el consentimiento informado y la participación de ambos padres o tutores legales en la decisión de realizar cirugías estéticas en menores?
Es fundamental un consentimiento informado dual, tanto del menor como de ambos padres. Sin embargo, previo al consentimiento debe existir una comunicación abierta con el médico, que le ofrezca una explicación clara de riesgos, beneficios, expectativas realistas y todos los detalles de los cuidados postoperatorios. Una visión multidisciplinaria involucraría a un psicólogo o psiquiatra infantil que evalúe la motivación y preparación emocional, tanto del menor como de los padres.
7.- ¿Cuáles son las consecuencias a largo plazo para la salud física y emocional de un menor que se somete a cirugía estética demasiado pronto?
Las consecuencias físicas contemplan algún tipo de deformidad si el cuerpo sigue creciendo, necesidad de cirugías de revisión o cicatrices visibles. Sobre las consecuencias emocionales, puede ser baja tolerancia a la frustración, dismorfia corporal, y la eventual dependencia a procedimientos estéticos para mantener la autoestima.
8.- ¿Qué recomendaciones daría a los padres que están considerando cirugía estética para sus hijos adolescentes?
Cada caso es diferente, pero empezaría con escuchar las razones del adolescente sin juzgar. Sería fundamental contar con la información completa, esto es consultar con un equipo multidisciplinario que incluya a un pediatra, cirujano certificado y un psicólogo. De manera paralela, es prioritario educar sobre imagen corporal y salud integral antes de autorizar o decidirse por algún procedimiento. Y por supuesto, antes de cualquier intervención, es necesario evaluar si el malestar puede resolverse con terapia, nutrición o tratamiento médico no quirúrgico.
9.- ¿Cómo afecta el crecimiento corporal incompleto al resultado de las cirugías estéticas realizadas en menores?
Un cuerpo en desarrollo puede modificar el resultado estético deseado y ocasionar asimetrías posteriores. También se corre el riesgo de generar la necesidad de cirugías correctivas, así como mayor propensión de lesiones en cartílago y hueso.
10.- ¿Qué alternativas no quirúrgicas recomiendan los expertos para ayudar a adolescentes preocupados por su imagen corporal?
Recomendaría una estrategia basada en estos 5 conceptos:
- Nutrición ortomolecular para mejorar piel, cabello y masa muscular.
- Manejo del estrés (meditación, neurofeedback, sueño reparador).
- Ejercicio y entrenamiento de fuerza para armonizar el cuerpo.
- Terapia psicológica y programas integrales de autoestima.
- Tratamientos tópicos y mínimamente invasivos para acné, cicatrices o manchas.
11.-¿Cree que deberían existir regulaciones legales más estrictas para evitar que menores se sometan a cirugías estéticas? ¿Por qué?
Desde la medicina funcional y preventiva se recomienda la aplicación de protocolos obligatorios de evaluación psicológica antes de cualquier cirugía estética en menores. También sería fundamental contar y dar a conocer un estricto registro de cirujanos certificados y clínicas autorizadas para que pueda ser consultada por la población en general.
12.-¿Qué protocolos de seguridad y ética se deben seguir en clínicas para evitar casos trágicos como el de la niña Paloma, que falleció tras someterse a cirugía de aumento de senos a los 14 años?
En principio se debe recurrir a médicos certificados, que cuenten con una trayectoria profesional comprobable. Es importante considerar que un médico calificado debe solicitar la historia clínica completa y estudios de laboratorio previos,así como la evaluación del estado nutricional e inflamatorio. Durante la intervención se debe contar con la presencia de un anestesiólogo certificado y un equipo de reanimación. También asegurarse que las instalaciones estén acreditadas con estándares hospitalarios ante las instituciones pertinentes. Finalmente es necesario que se lleve un seguimiento postoperatorio estructurado.
13.- ¿Cuáles son las señales de alerta en un menor que manifiesta una motivación poco saludable para buscar cirugía estética?
La comunicación con el menor y la observación de su conducta son fundamentales. Las señales generalmente se expresan con el deseo de cirugías múltiples o extremas, expectativas irreales (“quiero quedar como X celebridad”), conductas de autolesión o depresión y en particular, creer que la cirugía será una solución a los problemas de aceptación social.