Si este año quieres que tus manos se vean navideñas pero sin caer en lo típico, te entiendo perfecto. A veces el rojo se siente demasiado obvio, y lo que buscamos es un look que diga “Navidad”, pero con un aire más moderno, delicado y fashionista. Estas siete propuestas elevan cualquier outfit decembrino sin necesidad de usar el tono clásico.
1. Uñas latte navideñas (beige cálido con microbrillo)
El tono latte, ese beige cremosito y suave, se volvió el favorito del año. Para Navidad, la clave es añadir microbrillo translúcido que casi no se nota, pero que a la luz se ve mágico. Es sutil, pulido y muy sofisticado.
2. Manicure blanco satinado estilo “nieve suave”
No es blanco puro ni blanco tiza: es un blanco satinado, con un acabado sedoso que recuerda la nieve recién caída. Se ve limpio, elegante y combina increíble con looks invernales.
3. Uñas verde oliva elegante
El verde navideño puede ser demasiado intenso, pero el oliva profundo tiene un aire más fashion. Luce discreto, moderno y perfecto para quienes aman un toque de color, pero sin exagerar.
4. Nude rosado con efecto “halo”
Este es perfecto si te gustan los tonos naturales, pero quieres algo especial. El efecto halo, con un brillo difuminado al centro de la uña, da un acabado suave, romántico y muy actual sin necesidad de glitter.
5. Gris perla minimalista
El gris perla es una joya oculta: elegante, frío y muy chic. Queda perfecto con anillos plateados y outfits navideños monocromáticos.
6. Dorado “soft foil”
No es glitter, no es metálico intenso. Es un dorado foil suave, aplicado en zonas muy pequeñas —como esquinas o bordes— para dar un acabado artístico y moderno. Es festivo sin ser exagerado.
7. Chocolate glossy
El tono chocolate brillante se volvió tendencia este otoño-invierno, y en Navidad funciona de maravilla. Es cálido, lujoso y distinto al típico rojo. Además, combina increíble con labios nude y maquillaje dorado.
Si buscas un look navideño, moderno y elegante, cualquiera de estas opciones elevará tu manicure sin depender del clásico rojo. Aquí la clave es elegir tonos suaves, texturas sutiles y acabados que se vean limpios, frescos y con ese encanto invernal que siempre suma.