Más que cuestión de genética, la belleza de las francesas tiene que ver con una rutina de cuidados que se ha ido pasando de generación en generación. No es coincidencia de que su piel sea radiante. ¿Cuál es su secreto? Rescatamos unas lecciones de Mathilde Thomas, pionera de la cosmética natural.
La emprendedora francesa de 52 años, a través de su libro The French Beauty Solution, revela algunos de los hábitos de belleza que hacen la diferencia en el ciudado de la piel. Su plan se centra en la atención a los detalles y en el cuidado de la piel a largo plazo. En lugar de buscar soluciones rápidas, las mujeres francesas prefieren invertir tiempo y esfuerzo en cuidar su piel de manera constante.
La belleza no es algo a lo que recurras en pánico cuando aparece una arruga o un grano, sino que es mucho más importante verla como un ritual, descubrir qué rutina funciona mejor y llevarla con nosotros a lo largo de nuestras vidas.
Rutina francesa de cuidados
Las mujeres francesas parecen tener un brillo natural que es envidiado por muchas. ¿Cuál es su secreto? Según Thomas:
- Tratar en lugar de maquillar: En general, las francesas invierten más en el cuidado de la piel en lugar del maquillaje. También son constantes con la limpieza, asegurándose de eliminar completamente cualquier rastro de maquillaje o suciedad. De hecho, Marthilde dice: “Para mí, la clave es mantenerlo simple, poniendo énfasis en el mejor cuidado de la piel en lugar del maquillaje”.
- Les gusta prevenir: En lugar de buscar soluciones rápidas, las mujeres francesas prefieren invertir tiempo y esfuerzo en cuidar su piel de manera constante. Esto significa que su rutina de belleza es más un estilo de vida que una serie de productos o tratamientos.
- Cuidan la piel del cuerpo: No sólo se cuidan la cara, atienden el cuello, el escote y todo el cuerpo. Acompañan la aplicación con técnicas de masaje para estimular la circulación sanguínea.
- Menos es más: Acostumbran a lavarse el cabello cada 2-3 días, manteniendo un aspecto natural con shampoo seco y brumas capilares entre lavados. Y también se dan duchas rápidas.
- Valoran el buen descanso: Les gusta perfumar su almohada con una bruma de olor relajante y, antes de dormir, practican la regla de respiración 4/7/8. Esto consiste en inhalar por la nariz en 4 segundos, sostener la respiración por 7 y exhalar el aire por la boca durante 8 segundos.
- Aceptan la edad (y las arrugas): Para las francesas, la belleza no se define por la ausencia de las marcas del tiempo. Las arrugas son un símbolo de las experiencias vividas, de la sabiduría acumulada y de la historia personal. No se trata de negar el paso del tiempo, sino de aceptarlo y abrazarlo como parte de la esencia de cada mujer. En lugar de luchar contra el envejecimiento a toda costa, las francesas prefieren enfocarse en realzar su belleza natural en cada etapa de la vida.
- Nutren la piel por dentro: Las mujeres francesas suelen seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescado y aceite de oliva. Estos alimentos son ricos en antioxidantes y ácidos grasos esenciales que ayudan a mantener la piel sana y radiante. Consumir un vaso de vino en la cena también es considerado beneficioso para la piel debido a los antioxidantes.
Los franceses creen que la belleza es algo que te da placer
Antes de que se hablara de Clean Beauty, Mathilde Thomas fundó una marca de cosmética natural: Caudalíe. Ahora, a través de su libro y su firma cosmética, nos presenta una forma muy francesa de entender la belleza, no cómo una meta en la vida, sino como un placer que podemos disfrutar diariamente. Sus secretos no implican exóticos ingredientes ni complicados rituales, tienen más que ver con el sentirte bien para poder verte radiante.
