Corría el año 1997 cuando comenzó el rodaje de una de las películas más taquilleras de la historia, Titanic, a cargo de la dirección de James Cameron y con la participación de Kate Winslet y Leonardo DiCaprio como protagonistas.
La unión en pantalla de dos de las celebridades más populares de la época sirvió también como impulso para que la película alcanzara el nivel de éxito que la llevó a convertirse en la primera película en superar una taquilla mundial bruta de un billón de dólares.
Sin embargo, aunque dentro de la proyección cinematográfica se notaba una química romántica genuina entre los actores principales, esto no fue más que una ilusión, ya que en la vida real Leo y Kate nunca se enamoraron, sino que más bien desarrollaron una de las amistades más entrañables de Hollywood.
A Kate Winslet le incomodaba besar a DiCaprio
En el año de filmación de Titanic, Kate era una inexperta al lado de Leo, quien ya acumulaba una serie de películas importantes en su filmografía, por lo que la actriz ha revelado que constantemente se sentía nerviosa al besar al galán.
En una entrevista en conjunto en 2004, el ahora ícono femenino del cine de 47 años mencionó que odiaba juntar sus labios con los de Leo, pues sus bases de maquillaje eran de distintos tonos y se entremezclaban a la hora del beso, además de notar vibras de incomodidad por parte del actor.
Más tarde, en 2008, el dúo cinematográfico volvió a encontrarse en la producción de Solo un sueño, dirigida por el esposo de aquel entonces de Kate, el inglés Sam Mendes.
Ante la necesidad de besar a otro hombre frente a su pareja, Winslet ha confesado que se sintió extremadamente incómoda, a pesar de que ese acto no representara un conflicto ni para Mendes, ni para Di Caprio.
Sin duda el caso de Kate y Leo es un caso casi excepcional, en el que dos de los famosos más atractivos de la década no cedieron ante las exigencias de sus historias de ficción y nunca desarrollaron un vínculo romántico, comprobando el gran tamaño de su profesionalismo y talento actoral.