El árbol de Navidad es uno de los símbolos más emblemáticos de la temporada, una tradición que se remonta a tiempos ancestrales, pues su presencia en los hogares representa la unión familiar, la esperanza y la alegría de las celebraciones decembrinas.
Sin embargo, más allá de ser nuestro elemento de decoración favorito, el árbol de Navidad tiene un significado espiritual muy especial, que tiene el poder de ayudarnos a cumplir los deseos más profundos de nuestro corazón.
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¿Cuál es el significado espiritual del árbol de Navidad?
De acuerdo con la tradición cristiana, el árbol de Navidad significa el Paraíso, donde vivieron Adán y Eva y dieron origen al pecado al comer del fruto prohibido que los expulsó a una vida terrenal.
Su forma triangular representa a la Santísima trinidad (Padre, Hijo y Espíritu), mientras que las esferas y otros adornos navideños, simbolizan los dones otorgados por Dios a los hombres.
Las luces representan la luz de Cristo y la estrella dorada que colocamos en la punta del árbol, representa la fe que no guía durante esta época festiva.
Ritual de abundancia con el árbol de Navidad
Además de decorar nuestro hogar, el árbol de Navidad puede ayudarnos a manifestar todos nuestros deseos y conquistar nuestros propósitos de Año Nuevo, pues de acuerdo con el Feng Shui, la clave está en elegir los colores adecuados, según nuestras metas para el 2026.
Paso 1: Toma un momento de reflexión y escribe en una hoja de papel y escribe todos tus deseos para el próximo año. Recuerda hacerlo en forma presente y agradeciendo como si ya fuera un hecho.
Paso 2: Una vez que tengas definidas tus metas a corto y mediano plazo, elige los adornos de tu árbol según los deseos que escribiste, piensa en el color de la decoración y busca elementos que representen tu deseo.
Paso 3: Decora con intención, el Feng Shui asegura que es muy importante colocar cada adorno con intención, materializando tus deseos como si ya fueran una realidad en tu mente, para cargar de esa energía positiva y manifestadora en cada elemento de decoración.
Más allá de las supersticiones, este ritual te invita a cerrar el año con intención consciente, agradecer lo vivido y abrir el corazón a lo que viene.