La Reina Victoria, una de las monarcas más influyentes del Reino Unido, no solo dejó huella en la política y la cultura del siglo XIX, sino también en el corazón de los amantes de los animales.
A lo largo de sus más de 60 años en el trono, Victoria cultivó un profundo amor por los perros, quienes no solo fueron sus compañeros inseparables, sino también protagonistas de muchas escenas privadas en la vida del Palacio de Buckingham y del Castillo de Windsor.
¿Cuándo comenzó el amor de la reina Victoria por los perros?
Su vínculo con los animales comenzó a los 13 años, cuando recibió como regalo un pequeño King Charles Spaniel al que llamó Dash. Este perrito fue su primer gran amor canino y permaneció a su lado incluso cuando ascendió al trono en 1837.
Se dice que tras su coronación, la joven Victoria corrió a los aposentos privados para para abrazar a Dash y celebrar, mientras los secaba después de que la lluvia lo empapara. Su tumba en los jardines de Windsor lleva una inscripción emotiva: “Aquí yace Dash, el más leal de los amigos”.
¿Cuántos perros tuvo la reina Victoria?
La reina Victoria tuvo alrededor de 88 perros, y no solo fue una dueña cariñosa, sino también una influencia decisiva en las razas populares de su tiempo. Su afición por los Collies, Spaniels y Pomeranias marcó tendencia en la aristocracia.
Además del pequeño Dash, estos fueron algunos de sus perros favoritos:
Noble: Un Collie que vivió en sus años más maduros. Este perrito solia ser su acompañante durante sus paseos por los terrenos de Balmoral, en Escocia. Victoria lo llamaba su “compañero fiel”.
Eos: Un elegante Greyhound, que fue originalmente el perro favorito del príncipe Alberto, esposo de Victoria,, pero pronto también conquistó el corazón de la reina.
Sharp: Fue otro perro leal que acompañó a Victoria en sus años de viudez tras la muerte del príncipe Alberto. Hay retratos en los que aparece con expresión seria al lado de la reina, reforzando su imagen como símbolo de fidelidad y melancolía.
Turco y Marco: Victoria tuvo perros de razas pequeñas, incluyendo algunos Pomerania. Marco fue uno de los primeros de esa raza en llegar a Inglaterra, y gracias a su popularidad con la reina, esta raza se volvió muy demandado en la alta sociedad. También tuvo a Turco, otro perrito de esta raza que se convirtió en uno de sus favoritos.
¿Cómo vivían los perros de la reina Victoria?
Los perros de la reina vivían llenos de atenciones digas de la realeza, pues además de vivir en las habitaciones de los palacios, tenían retratos oficiales, cuidadores exclusivos y hasta menciones en sus diarios personales.
A cambio, en los momentos de duelo y tristeza de la reina, como la muerte de su esposo, el príncipe Alberto, estos animales se convirtieron en su mayor consuelo emocional.
Su amor por los perros, no solo reveló una de las facetas más humanitaria y sensible de la reina, gracias a ella, otros aristócratas siguieron su ejemplo y adoptaron a mascotas a las que llenaron de atenciones.