Sin duda, una de las tradiciones que distingue a los ingleses del resto del mundo es su ritual para tomar té. Esta costumbre, la cual resulta de las favoritas del rey Carlos III, consiste en la meticulosa preparación y consumo de infusiones, a menudo con un enfoque en la tradición, la calma y el respeto.
Sin embargo, aunque los royals hayan practicado el sofisticado ritual de la hora del té por largo tiempo, se dice que Kate Middleton no está dispuesta a cumplir con los protocolos estrictos de elegancia que esta tradición implica, sino que más bien busca renovar la costumbre.
De acuerdo con el diario The Mirror, el príncipe William y la princesa de Gales sí toman té en su casa, e, incluso, lo invitan a quienes los visitan. Sin embargo, contrario al rey Carlos III, los futuros monarcas no sirven la bebida en una taza con platillo y cuchara, sino que simplemente dan a su huésped una taza.
La misma fuente señala que dicho esmero de Kate Middleton por romper la tradición se trata de un esfuerzo por “modernizar la monarquía y adaptarla al siglo XXI”. Asimismo, se afirma que es muy probable que la costumbre más relajada de los príncipes de Gales de tomar té se mantenga cuando se conviertan en reyes.
¿Cuál es el té favorito de Carlos III?
De acuerdo con el portal History of Ceylon Tea, se dice que el rey Carlos prefiere el té Darjeeling, una infusión cultivada en Bengala Occidental, India. El sabor de este té se describe como floral, con aroma a fruta y moscatel.
Por otro lado, la revista Town and Country asegura que el té predilecto de la reina Isabel II era el Earl Grey, con un chorrito de leche y sin azúcar, elaborado con té de hojas sueltas.
¿A qué hora toman el té los ingleses?
En el Reino Unido el “tea time” u “hora del té” se acostumbra desde hace más de tres siglos y se toma entre las 15:30 y las 17:00 horas, los ingleses se reúnen con sus allegados para tomar una taza de té acompañada de sándwiches, bocaditos dulces o de los famosos scones-
Se dice que la reina Isabel II tomaba la hora del té a las 14:00 horas y amaba acompañar su té con pequeños pastelillos. También, los cocineros del Palacio de Buckingham han revelado que siempre se aseguraban de que la monarca nunca recibiera el mismo manjar que el día anterior.