La sorpresiva aparición de Meghan Markle en el desfile de Balenciaga durante la Semana de la Moda en París 2025 dio mucho de qué hablar. Entre especulaciones sobre si había sido invitada formalmente o si su presencia formó parte de una estrategia de impacto, ahora la propia duquesa de Sussex ha aclarado qué ocurrió realmente.
En una entrevista reciente con “Harper’s Bazaar”, Meghan admitió que se “autoinvitó” al show para apoyar al nuevo director creativo de la casa, el diseñador italiano Pierpaolo Piccioli, con quien mantiene una estrecha relación desde hace años. Su sinceridad ha reavivado el debate sobre la etiqueta en la moda y la dinámica entre celebridades y las grandes casas de lujos.
Meghan aclara la polémica: sí, ella pidió asistir
Durante la entrevista, la duquesa explicó que su presencia en París fue completamente impulsada por un gesto personal hacia Piccioli. Tras enterarse de su nombramiento como director creativo de Balenciaga, Meghan se puso en contacto con él directamente.
“Me alegré mucho por él”, confesó. “Me puse en contacto con él y le dije: ‘Encantada de venir a apoyarte’. Lo mantuvimos en secreto y fue muy divertido”.
Aunque en su momento su equipo de comunicación había señalado que existía una relación profesional de años entre ambos, pues la duquesa ha llevado diseños de Picciolli en diversos eventos, es ahora cuando Meghan deja claro que fue ella quien tomó la iniciativa para estar presente en el debut del creativo al frente de la marca.
Una amistad que viene de años atrás
Días después del show, Piccioli también habló sobre el encuentro. Explicó que conoció a Meghan hace algunos años y que, desde entonces, han mantenido comunicación constante. Cuando ella le escribió para decirle que deseaba asistir, él simplemente respondió que sería bienvenida.
“No hubo ninguna estrategia ni gran planificación”, aseguró el diseñador. Agregó que no lo comentó con nadie del equipo para preservar la sorpresa, un gesto poco común en un mundo donde cada detalle suele estar calculado.
El momento viral de los amigos
Aunque todo transcurrió en un ambiente cordial y cercano, un clip captado detrás de cámaras se volvió tenencia en redes.
En él se ve a Meghan intentando saludar efusivamente al diseñador, pero, al inclinarse para darle un beso, sus gafas de sol se interpusieron y terminó chocando suavemente su nariz contra su marco.
Piccioli reaccionó con naturalidad, restándole importancia al gesto y posando junto a ella entre risas. Más tarde, una experta en lenguaje corporal señalaría que el “choque” se debió a que el diseñador se acercó demasiado rápido, lo que confundió la lectura no verbal de la duquesa, provocando el momento.
Lejos de cualquier polémica, Meghan Markle reveló que su aparición en París fue simplemente un acto de amistad y apoyo. Con su declaración, los rumores sobre las posibilidades de su presencia en el evento de moda del año quedaron obsoletos.