Cuando el rey Carlos III le quitó sus títulos reales a Andrés Mountbatten-Windsor, también se le pidió que desalojara su residencia en Royal Lodge, revelando el contrato de arrendamiento de la propiedad, que supuestamente está por debajo de lo que debería de pagar.
Tras detectarse estas irregularidades, el Parlamento británico ha iniciado un escrutinio sin precedentes sobre las propiedades de la familia real y sus contratos, alimentando el debate sobre la transparencia en la monarquía.
Es así como se ha dado a conocer, que el príncipe Eduardo, está pagando un “gramo de pimienta” por su residencia en la mansión de 120 habitaciones en Surrey, donde vive junto a su esposa, Sophie, duquesa de Edimburgo, y sus dos hijos.
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El ridículo arrendamiento que paga el príncipe Eduardo por su mansión de 120 habitaciones
De acuerdo con The Sunday Times, el príncipe Eduardo, al igual que su hermano Andrés, solo paga una renta simbólica por su residencia en Surrey, donde ha vivido junto a su esposa y sus dos hijos durante los últimos 25 años.
Firmaron una prórroga del contrato de arrendamiento en 2007 que les obligaba a pagar 5 millones de libras esterlinas (6,6 millones de dólares) para alquilar la casa durante otros 150 años.
El medio también señaló que el acuerdo de arrendamiento de Eduardo podría ser de particular interés para el público, especialmente porque es el 15º en la línea de sucesión al trono, y podría resultar difícil justificar por qué necesita vivir en una propiedad tan grande y de valor histórico que, si no estuviera ocupada por un miembro de la realeza, podría alquilarse.
¿Por qué causa tanta polémica el arrendamiento del príncipe Eduardo por la mansión de 120 habitaciones?
La familia real británica ha mantenido históricamente en secreto los detalles de sus finanzas.
Como declaró el exministro liberal demócrata Norman Baker al medio, “Es obsceno no solo que a Eduardo y Sophie se les haya dado una mansión de 120 habitaciones para vivir, sino más aún que tengan que pagar solo una renta simbólica, inferior a lo que una pareja con dificultades pagaría por alquilar un pequeño piso en Romford”.