Lady Di tenía tan solo 20 años cuando se convirtió en la princesa de Gales; sin embargo, desde el inicio, su historia estuvo muy lejos de ser un cuento de hadas, pues tuvo que someterse a una serie de tradiciones y protocolos que la asfixiaban, y aunque intentó adaptarse, hubo una tradición en particular que la hizo sufrir profundamente.
La tradición real que hizo sufrir a la princesa Diana
Una de las tradiciones reales que se remonta desde el reinado de la reina Victoria, es la de pasar las vacaciones de verano en el famoso castillo de Balmoral en Escocia. La reina Isabel II disfrutaba de pasar largas temporadas en el castillo rodeado de campos verdes, una tradición que también disfruta el ahora rey Carlos III.
Pero para la princesa Diana, esta temporada era de las peores del año, de acuerdo con su ex mayordomo Paul Burrel, la princesa del pueblo se sentía realmente asfixiada porque las vacaciones estaban llenas de protocolos y tradiciones que no le agradaban.
Diana, que se caracterizó por ser una mujer espontánea y cálida, odiaba las rutinas del castillo de Balmoral, en especial la tradición de cazar el ciervo, donde el cazador novato tenía que untar la sangre de su presa.
“Lo encontró digno de una novela victoriana”: reveló Paul.
Diana soñaba con unas vacaciones escocesas más relajadas e informales, odiaba tener que vestir de etiqueta para la cena y someterse a los estrictos horarios de las actividades.
“El desayuno es a las 9, y si estás abajo a las 10, te lo perdías, el almuerzo se sirve a la 1 p. m., el té a las 5 p. m. y tenías que estar allí para tomar una taza de té. La cena es a las 8:15 p. m. ¡Pobre de ti si bajas mal vestida, a la hora equivocada, para el evento equivocado! Es muy, muy formal”, reveló.
Diana estaba muy enamorada de Carlos e intentó complacerlo a pesar de pasarlo muy mal durante su estancia en Balmoral.
¿Cambiarán las tradiciones de Balmoral?
De acuerdo con fuentes cercanas a la Familia Real Británica, el príncipe Guillermo estaba de acuerdo con su madre, y esta tradición de pasar las vacaciones en Balmoral con estrictas reglas y protocolos, podría llegar a su fin, una vez que él tome el trono.
El príncipe Guillermo quiere seguir los pasos de su madre, y convertirse en el rey del pueblo, alejado de tantos protocolos reales.