Mientras el rey Carlos III se encuentra en pleno tratamiento para combatir el cáncer, se ha dado a conocer que un importante duque abandona sus cargos militares y cederá un puesto de gran importancia a otro miembro de la Familia Real Británica, según la nueva información revelada.
Se trata de Eduardo, duque de Kent, y fue el pasado domingo cuando presidió su último acto oficial como coronel de la Guardia Escocesa. En este evento, conocido como el Domingo Negro, los miembros de dicho regimento le rinden homenaje a todos los que han dado su vida por la nación británica desde 1642.
Asimismo, para esta ceremonia el duque asistió con un traje civil pero portando una colección de medallas que ha conseguido a lo largo de su carrera y reconoció la alegría que fue ostentar un puesto tan importante.
“Servir en este Cuerpo desde 1974, el mayor tiempo que alguien ha pasado en este puesto, ha sido un verdadero honor que siempre me llenará de gran alegría. A lo largo de estos años he visto el trabajo de la Guardia Escocesa en tiempos de paz y de guerra”, aseguró.
Por otra parte, Eduardo de Kent es nieto del rey Jorge V y de la reina María, además de ser primo de Isabel II. Mientras que se ha mantenido como miembro activo de la Familia Real Británica desde que se retiró del Ejército en 1976 y actualmente ocupa el puesto 41 en la línea de sucesión al trono.
El príncipe Eduardo toma mayor protagonismo en la corona británica
A sus 88 años, el longevo duque se ha retirado de sus cargos militares, mientras que ahora que ha dejado su puesto, la persona que ocupará su lugar como el nuevo coronel de la Guardia Escocesa será nada más ni menos que el príncipe Eduardo, el hermano menor del rey Carlos.
Sobre este nuevo nombramiento, Eduardo de Kent dijo que está “encantado de que su Alteza Real, el duque de Edimburgo, continúe defendiendo todo lo que hacen y trabajando para preservar su gran legado”.
Mientras que este movimiento significa un paso muy importante para el hijo más pequeño de la reina Isabel, ya que ante la complicada situación que vive la corona con muy pocos miembros que puedan representarla en actos oficiales, tanto Eduardo como su esposa, la duquesa Sofía de Edimburgo, se han puesto como uno de los nuevos protagonistas de la monarquía inglesa.