Autocuidado femenino: cómo adaptar tu rutina a cada fase del ciclo

Escuchar a tu cuerpo y reconocer las “señales” en cada fase de tu ciclo menstrual es un acto de autocuidado profundo.

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Cómo adaptar tu rutina a cada fase del ciclo

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De acuerdo con la doctora Mariel Ruiz Colliard, especialista en nutrición médica y medicina funcional, es muy importante comprender las fases de nuestro ciclo menstrual, pues éste es una especie de brújula interna que, si sabemos leer, nos servirá para hacer ajustes necesarios en lo que comemos y hacemos para sentirnos mejor.

Y es que el ciclo menstrual se divide en cuatro fases, cada una con un perfil hormonal distinto que influye en nuestras emociones, energía y metabolismo.

“En la fase folicular suben los estrógenos; en la ovulación hay un pico de LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona foliculoestimulante); en la fase lútea domina la progesterona y durante la menstruación caen los niveles de todas las hormonas. Estos cambios impactan en la energía, apetito, estado de ánimo, digestión y metabolismo. Si los sabemos leer y alinear con nuestro estilo de vida a esta ‘danza hormonal’, la podrás pasar mejor”, dice Ruiz Colliard, médica de Inflamma, marca sueca líder en productos para el bienestar íntimo de la mujer.

Fase folicular

Estamos mentalmente claras, con energía en ascenso y buen enfoque para iniciar proyectos. Es ideal para apoyar procesos de limpieza y depuración.

Alimentación: Vegetales crucíferos (brócoli, coles), alimentos ricos en fibra (avena, semillas de lino y chía, manzana con cáscara) y cereales integrales.

Ejercicio: Fuerza progresiva y entrenamiento funcional.

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Escuchar a tu cuerpo y reconocer las “señales” en cada fase de tu ciclo menstrual es un acto de autocuidado profundo.

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Fase ovulatoria

Nos sentimos radiantes, sociables, con mayor líbido y creatividad. Es buen momento para reuniones y hablar en público; aprovecha para conectar con otras personas.

Alimentación: Frutas, hojas verdes, alimentos ricos en zinc (semillas de calabaza, nueces) y pescados grasos. Evita embutidos, ultraprocesados y gluten.

Ejercicio: Entrenamientos más intensos, como HIIT, y participación en clases grupales.

Fase lútea

El cuerpo se prepara para un posible embarazo; si no hay fecundación, inicia el síndrome premenstrual. Estamos más introspectivas, con contracciones, hinchazón, fatiga y cambios de humor.

Alimentación: Carbohidratos complejos (avena, quinoa, garbanzos, papa con cáscara), chocolate amargo, plátano, semillas y alimentos ricos en magnesio.

Ejercicio: Yoga suave, caminatas y estiramientos.

Fase menstrual

Disminuyen los niveles hormonales; es un periodo de inflamación, dolor y baja energía. Nos sentimos cansadas, más emocionales y con posible dolor pélvico. Es vital descansar y recuperar el hierro perdido.

Alimentación: Caldos minerales, vegetales cocidos, jengibre, canela, hierro proveniente de carnes rojas. Incluye suplementos de Omega 3 y curcumina.

Ejercicio y cuidado: Descanso activo, estiramientos o yoga suave. Practica journaling de emociones y conecta con tu intuición.

¡Amateur de la cultura pop y del cine! Me encanta conocer nuevos lugares y soy fan de la música de los 2000.
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