Eulalia de Orleans-Borbón brilla con tiara de diamantes de más un millón de euros en Baile de Debutantes

El look de Eulalia de Orleans-Borbón en el Baile de Debutantes está acaparando todas las miradas, especialmente por la deslumbrante tiara de diamantes que eligió para la ocasión.

Historia de la tiara que usó Eulalia de Orleans-Borbón en el Baile de Debutantes

Historia de la tiara que usó Eulalia de Orleans-Borbón en el Baile de Debutantes

Getty Images

El pasado 29 de noviembre se celebró en la ciudad de París el esperado Baile de Debutantes donde Eulalia de Orleans-Borbón asistió con el soltero de oro de la familia británica, Albert Windsor, nieto del duque de Kent.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de la descendiente de la realeza española, no fue su acompañante, sino su impresionante estilismo de escote profundo y una tiara de diamantes con más de 100 años de historia.

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El look de Eulalia de Orleans-Borbón en el Baile de Debutantes

Para su presentación en sociedad, la ahijada del rey Juan Carlos I de España, ha elegido un diseño exclusivo de Tony Ward, que destacaba por su escote infinito, silueta ceñida hasta el suelo y falda de sirena que se desprende de la cadera.

Todo el vestidos contaba con detalles florales y un sutil brillo que combinaba a la perfección con su tiara de piedras preciosas, que tiene un valor de más de un millón de euros, además de una historia familiar de más de 100 años.

Historia de la tiara que usó Eulalia de Orleans-Borbón en el Baile de Debutantes

La hermosa tiara, que le dio un toque aristócrata, fue prestada por V Muse, patrocinador del evento, y la ha lucido con su melena larga suelta en suaves ondas, dejando claro su estatus de descendiente de la realeza.

La tiara es una pieza histórica perteneciente a la familia Borbón desde hace más de 100 años, y es conocida como la “Fleur-de-Lys Tiara”, atribuida al joyero vienés Moritz Hübner (1912), elaborada en platino y oro, con diamantes antiguos originalmente engastados en la Orden del Espíritu Santo.

La tiara fue creada para María Ana de Austria, segunda hija del archiduque Federico, que se había casado nueve años antes con el príncipe Elías de Borbón-Parma.

María Ana realizó un inventario de todas sus joyas en 1932, falleciendo ocho años después y pasando entonces las piezas a sus herederos; sin embargo, muchas de ellas se consideran perdidas, y la tiara fue subastada por más de un millón de euros.

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