La boda real entre el príncipe Harry, duque de Sussex y Meghan Markle se celebró en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor el 19 de mayo de 2018. Tal y cómo lo especificó el Palacio de Buckingham, la ceremonia fue oficiada por el Arzobispo de Canterbury y la pareja estuvo acompañada por más de 2.600 invitados entre los que se encontraban miembros de la familia real británica y conocidas personalidades de Hollywood.
Sin embargo, aunque el día de la boda todo parecía la representación de cuento de hadas, la realidad es que la novia tuvo que enfrentarse a mordaces críticas antes de llegar frente al altar. Uno de los comentarios más impactantes de los que recibió Meghan antes de sus nupcias fue pronunciado por la propia reina Isabel II, abuela de Harry, quien expresó que el vestido de la ex actriz era “demasiado blanco”.
¿Por qué a Isabel II le parecía “demasiado blanco” el vestido de novia de Meghan Markle?
La crítica sobre el color del vestido de novia de Markle fue expresada por la monarca con una doble intención: insinuando la condición de divorciada de Meghan, quien antes de casarse con el príncipe Harry estuvo casada con Trevor Engelson, un productor de películas estadounidense.
Fue la reconocida biógrafa real Ingrid Seward quien reveló en su libro “Mi madre y yo” el impactante comentario hecho por la reina Isabel. La autora relató en sus páginas: “‘La reina nunca expresó sus verdaderas opiniones excepto a sus confidentes más cercanos, como Lady Elizabeth Anson o Liza, como la conocían sus amigos. Ella me dijo que la reina solo había hecho un comentario sobre la boda de Meghan y Harry y fue sobre el vestido de novia de Givenchy de Meghan”.
Seward continuó: “Esas dos palabras resumían todo lo que ella sentía sobre los dramas previos a la boda y el espectáculo Disneyesco del día en sí”. Asimismo sentenció: “En opinión del monarca, no era apropiado que una divorciada que se volvía a casar por la iglesia tuviera un aspecto tan ostentosamente virginal”.
¿Cómo fue el vestido de novia de Meghan Markle?
El vestido de novia que lució Meghan Markle en su boda con el príncipe Harry fue diseñado por la diseñadora de moda británica Clare Waight Keller, directora artística de la casa Givenchy.
La madre de Archie y Lilibet eligió al diseñador Waight Keller porque “quería destacar el éxito de un talento británico líder que ahora se ha desempeñado como director creativo de tres casas de moda influyentes a nivel mundial: Pringle of Scotland, Chloé y ahora Givenchy”, según señala The New York Times.
El diseño de la pieza fue sencillo y estuvo confeccionado en seda con mangas tres cuartos, escote barco abierto y cola con una enagua de organza de seda triple incorporada. Waight Keller ayudó a desarrollar un cady de seda de doble costura para la confección del vestido, que solo tenía seis costuras. Cabe destacar que el vestido no tenía encaje ni otros adornos.